A preguntas de los periodistas, el conseller de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort, reveló hace unos días que el fabricante de la desalinizadora flotante que se instalará en el puerto de Barcelona será Abengoa. Se llevará un contrato de cerca de 100 millones de euros en los próximos cinco años. Se trata de una adjudicación directa, sin concurso, como se hizo con las mascarillas durante la pandemia, esta vez amparada por la situación de emergencia que ha provocado la sequía. Pero, ¿quién es el propietario de Abengoa?

Abengoa fue la principal multinacional andaluza, uno de los gigantes del IBEX 35 antes de que, en 2021, se declarase en concurso de acreedores y, en la posterior liquidación, un juzgado mercantil de Sevilla la adjudicase en abril del año pasado a Cox Energy. Pero, ¿quién es el propietario de Cox Energy?

Detrás de este grupo está Enrique Riquelme Vives (Cox, Alicante, 1989), un joven empresario hijo de Enrique Riquelme de la Torre, propietario de la empresa Morteros del Sol, que fue promotor del puerto de Torrevieja y miembro de la junta directiva del Real Madrid cuando estuvo presidida por Ramón Calderón. En 2010, Enrique Riquelme júnior se trasladó a Panamá, donde fundó Grupo El Sol: esta empresa surtió de áridos a la UTE liderada por Sacyr que construyó las nuevas esclusas del Canal de Panamá, y de materiales de la construcción a los estadios de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.

En 2014, Enrique Riquelme constituyó Cox Energy, que tiene una pata en España y otra en América Latina, donde se concentra gran parte del negocio, especialmente en energías renovables. Precisamente, en Sudamérica captó capitales para sus inversiones e, incluso, a dos exministros como el chileno Marcelo Tokman –que lo fue de Energía– y el panameño Martín Sucre –de Vivienda– que ha incorporado al consejo de administración latinoamericano de Cox Energy. También añadió a un colaborador de Luis Rubiales, el expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF). Los dos ministros formaron parte de gobiernos que se vieron envueltos en escándalos de corrupción vinculados a las conocidas constructoras brasileñas OAS y Odebrecht (caso Lava Jato) aunque, a título personal, se libraron de las acciones judiciales.

Líos judiciales

En cambio, Riquelme tiene un procedimiento abierto en el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid por un presunto delito de “descubrimiento de secretos empresariales” relacionado, precisamente, con la adjudicación de Abengoa a Cox Energy, según avanzaron El Confidencial y Cinco Días. Urbas se querelló contra Riquelme por considerar que se aprovechó de la información que, de “buena fe”, le proporcionaron sobre la oferta que iban a presentar en los juzgados mercantiles de Sevilla para hacerse con Abengoa. Urbas entiende que Riquelme utilizó esta información para preparar su propia oferta pese a que había firmado un acuerdo de confidencialidad porque, en un principio, iban cogidos de la mano en esta operación.

Cox Energy se sumó a última hora a la puja por Abengoa y, para sorpresa de muchos, se llevó la adjudicación con una propuesta presentada en el periodo de mejora de ofertas. Se impuso a Urbas –que era la favorita del consejo de administración–, así como a Terramar –que contaba con el visto bueno de los bancos acreedores–, RPC y Ultramar. También se impuso a ofertas por parte de los activos, como la de Acciona, interesada en una desaladora. Algunos de los ofertantes recurrieron la adjudicación, como Urbas, aunque sus dos apelaciones fueron rechazadas. Así, el juez Jesús Gabaldón confirmó la adjudicación a Cox Energy pese a reconocer en la sentencia que se trataba de una compañía de “reciente creación” y “poco tamaño”.

Nombres propios

Antes de hacerse con Abengoa, que ya no tiene que ver con el gigante de las renovables de hace más de una década, Cox Energy se hizo fuerte en Latinoamérica, donde captó influyentes empresarios y expolíticos. Entre estos, destaca el mexicano Arturo Saval, además del chileno Marcelo Tokman y del panameño Martín Sucre (los tres en el consejo de administración). Y en España también cuenta con sorprendentes aliados como Ignasi Maluquer, empresario catalán del sector musical aunque establecido en Andalucía, o Román Ignacio Rodríguez Fernández, CEO del equipo de futbol del Alcalá y colaborador de Luis Rubiales. Estos son sus perfiles:

Arturo Saval preside Nexxus Capital, así como otros fondos vinculados que operan en diversos sectores y países entre los que están Nexxus Energía o Nexxus Ibérica. También aparece al frente de Taco Holding y, con anterioridad, fue directivo de Grupo Santander en México. Bien relacionado con el poder mexicano, también con las grandes fortunas, como se puso en evidencia en un almuerzo del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador hace dos años en Washington con un reducido grupo de empresarios entre los que estaban el propio Saval y Carlos Slim.

Marcelo Tokman Ramos es un economista que ha ocupado altos cargos en los gobiernos de Chile como el de ministro de Energía (2007-2010) con la presidenta Michelle Bachelet. También ha sido gerente de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) y, en el sector privado, fue director general para Latinoamérica de Vestas, multinacional danesa del sector de las renovables. En la actualidad ocupa responsabilidades directivas en empresas de distintos sectores.

Su nombre aparece en los correos electrónicos que se intercambiaron Felippe do Prado Padovani, gerente de la constructora brasileña OAS en Chile, y Giorgio Martelli, que trabajó para los equipos de recaudación de fondos de las campañas electorales de los presidentes Eduardo Frei (en 2009) y Michelle Bachelet (en 2013). Del análisis de los e-mails incautados por la policía chilena a la filial de OAS, el diario La Tecera informó de las gestiones que realizaron para concertar reuniones de representantes de OAS en Chile con los ministros de Obras Públicas, Sergio Bitar; Minería, Santiago González; y Energía, Marcelo Tokman. Según el mencionado medio, estos encuentros estaban destinados a dar a conocer la empresa, los proyectos y licitaciones por los que se estaba postulando OAS en su país. En aquel momento, la constructora brasileña estaba en plena expansión por África y América Latina.

En un correo, Martelli concreta a Padovani la fecha de la entrevista de la delegación de OAS con Tokman -23 de octubre de 2009– y, en otro posterior, le envía fotos de las reuniones con los ministros. Además, otro chileno bien relacionado con la política, aunque residente en Sao Paulo, también intervino en el envió de correos y en algunas reuniones: Nelson Alejandro Santander. Según La Tercera, Santander fue el primero en avisar a OAS de la fecha en que se programado la vista con Tokman y aprovechó para preguntar a Padovani que materias serían tratadas. De paso le pidió un anticipo de 2.000 dólares para gastos.

Martín Sucre Champsaur aparece como vicepresidente de asuntos jurídicos y secretario del consejo de administración de Cox Energy en América. Este abogado ha ocupado altos cargos en el gobierno panameño entre los que destaca el de viceministro y, posteriormente, ministro de Vivienda y Ordenación Territorial con el presidente Juan Carlos Varela (2014-2019), el cual se vio envuelto en diversos escándalos de corrupción, especialmente en relación con la constructora brasileña Odebrecht. Uno de estos escándalos es el programa estatal Techos de Esperanza, que ofrecía “viviendas dignas” a panameños de escasos recursos. El gobierno que sucedió a Varela denunció presuntos delitos en la gestión de este programa en el periodo en que el Ministerio de Vivienda estuvo ocupado por Mario Etchelecu y Martín Sucre.

A Varela se le señaló porque supuestamente recibió fondos de Odebretch para la campaña presidencial. El decano de la prensa del país, La Estrella de Panamá, publicó que un informe policial calculó las donaciones en 10 millones de euros. Y según informaciones del diario Panamá América, cuando la fiscalía preguntó a Varela si era consciente de que recibir dinero de empresas extranjeras es ilegal, el expresidente se excusó diciendo que estos temas los “manejaba su equipo legal de campaña”, mencionado una decena de nombres entre los que se encontraba el de Martín Sucre.

En declaraciones al también panameño Midiario, cuando le preguntaron por uno de los contratos con la constructora brasileña, Sucre rechazó responsabilidades al señalar que “fue una licitación honesta, trasparente y ganó el que ganó. Mi corazón hubiera querido que no lo ganara Odebrecht, pero lo ganó y los apartamentos nos costaron menos el metro cuadrado”. Pese a la exposición de estos gobiernos a los escándalos, tanto Sucre como Tokman quedaron al margen de las acciones judiciales.

Román Ignacio Rodríguez Fernández es un empresario madrileño de la comunicación vinculado a Luis Rubiales, el expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF). La jueza que investiga la gestión de este último ha pedido a Rodríguez Fernández que aporte documentación y aclare las fechas de un viaje de Rubiales a Nueva York en 2018 pagado por la Federación. Después de que El Confidencial informase que Rubiales simuló reuniones con Naciones Unidas y la Major League Soccer (MLS) para justificar unas vacaciones en Estados Unidos, la RFEF difundió un comunicado de uno de sus asambleístas en el que este mantenía que se encargó de cerrar varias reuniones profesionales de Rubiales durante ese viaje. El mencionado digital apunta que la persona que ofreció “una cuartada” a Rubiales es Rodríguez Fernández, CEO de la RSD Alcalá, un pequeño club madrileño que ocupa una plaza en la asamblea de la RFEF. Se ha publicado que Rodríguez Fernández era el máximo accionista de DDP, dedicada a la publicidad y los medios, que se convirtió en proveedora de la Federación con la llegada de Rubiales.

Este empresario de la publicidad y la comunicación ha creado diversas sociedades del ramo como Grupo Eñe y Origen Global, esta última con sede en Miami, así como el fondo Dominio Proyectos, según consta en la web de Cox Energy.