El mercado ha acogido de manera positiva la operación llevada a cabo por el grupo de supermercados Dia este viernes, que ha hecho que sus acciones suban un 1,5%. La compañía ha confirmado la venta de su cadena de perfumerías Clarel al fondo de capital privado C2 Private Capital por 60 millones de euros. La venta de una de sus emblemáticas marcas tendrá un impacto negativo previsto de 22,5 millones de euros en su cuenta de resultados consolidada al cierre de 31 de diciembre de 2022.

Unos costes derivados de la operación que se enmarca dentro de su plan estratégico de quitarse lastre, especialmente en tiendas, para centrarse en el proceso de reducción de deuda en el que ha estado inmerso durante los últimos meses. En concreto, el acuerdo alcanzado entre las partes incluye, entre otros activos, 1.015 tiendas Clarel distribuidas por todo el país y tres centros de distribución.

Perfumerías Clarel / Foto: Europa Press
Exterior d'una botiga Clarel / Foto: Europa Press

El precio que Dia Retail, filial de Dia, recibirá por la operación y que puede variar en función de determinados parámetros, se estima que será de aproximadamente  50 millones de euros netos de deuda (10 millones), lo que resultaría en unos fondos totales de 60 millones de euros. Este dinero será pagado en efectivo a la filial en diferentes pagos, conforme a los hitos establecidos en el contrato.

Dia quiere acelerar la remodelación de sus tiendas de proximidad 

Con el capital que obtenga, el grupo prevé destinar los recursos obtenidos a acelerar la implementación de su plan estratégico mediante la finalización del proceso de remodelación de las tiendas de proximidad de su red actual, además de la aceleración de nuevas aperturas dentro de este mismo formato.

La consumación de la operación está sujeta al cumplimiento o renuncia, tal y como estas se regulan en el contrato, de las siguientes condiciones suspensivas, en el o antes del 30 junio de 2023: obtención por el comprador de autorización de control de concentraciones por parte de la Comisión Europea y/o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y adopción por parte del comprador de determinadas medidas para el aseguramiento financiero de mercaderías de Clarel.

Asimismo, Dia ha señalado que informará en su momento sobre el cumplimiento de las condiciones suspensivas una vez se haya concluido la ejecución de la misma. Con este nuevo paso, la compañía acelera su proceso de reducción de tiendas y negocios que no están reportando buenas cifras al grupo, para centrarse en la renovación y el impulso de sus tiendas de proximidad.

Un año complicado a nivel financiero e institucional

A pesar de ello, la compañía que dirige Martín Tolcachir sigue en una posición delicada respecto a la deuda. En la primera mitad del año, el pasivo de Dia alcanzó los 476,1 millones de euros, y sus pérdidas entre enero y junio, los 104,7 millones de euros. La compañía completó en agosto la venta de 235 supermercados y dos naves logísticas localizadas en Villanubla (Valladolid) a su rival Alcampo para continuar con el saneamiento de cuentas.

Una situación financiera complicada que arrastra desde hace años, desde que la sociedad controlada por el magnate ruso Mikhail Fridman, LetterOne, se hiciera con el control de la cadena de supermercados. Tras varias ampliaciones de capital y un mayor control de la sociedad de Fridman hacia el grupo, este año se sumó la invasión de Rusia a Ucrania. Y es que Dia ha vivido un 2022 turbulento por la afinidad de Fridman con el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Motivo por el que tuvo que desvincularse de los puestos directivos del grupo de supermercados.

La situación obligó también al cambio forzado del anterior consejero delegado, Stephan DuCharme, en agosto. El cargo pasó entonces a manos de Martín Tolcachir, quien ha seguido con el plan de transformación de la compañía. En cualquier caso, los inversores han acogido la noticia del desprendimiento de Clarel con optimismo y las acciones de la compañía suben en la jornada de hoy un 1,5%. A pesar de haber remontado la situación bursátil en los últimos meses, la crisis económica e institucional que arrastra hace al grupo acumular pérdidas anuales del 17%.

Mucho mayor es la caída si echamos la vista atrás, cuando la compañía comenzó a cotizar en el mercado de valores y sus títulos llegaron a alcanzar un precio de 6 euros, mientras que actualmente no llegan al céntimo. Por el momento, la compañía está centrada en sanear la todavía complicada situación financiera del grupo, a la que se suma la coyuntura económica global marcada por la elevada inflación.