Meliá deja atrás los números rojos. El grupo hotelero que dirige Gabriel Escarrer vuelve a las cifras prepandemia al obtener en 2022 un beneficio consolidado de 120 millones de euros que casi triplica el del año pasado y queda solo un 1,3% por debajo de 2019, ejercicio en el que la compañía ganó 121,7 millones.

La cadena resalta que estos resultados vienen marcados por la subida de tarifas, la buena evolución del turismo tras dos años marcados por el Covid y la recuperación turística a nivel internacional, que tras un primer trimestre lastrado por la variante Ómicron, llevó al grupo a salir de pérdidas el resto del año, logrando incluso superar en el segundo semestre las cifras registradas en 2019.

Con todo, los ingresos de Meliá ascendieron a 1.692 millones de euros el año pasado, un 87,5% más que el año anterior y un 6,1% menos que lo que facturó la cadena en 2019. Mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo alcanzó los 430,8 millones, un 240% que en 2021.

Meliá logró un incremento del Revpar (ingresos por habitación disponible) del 5,4% respecto a 2019 tras la mejora de la tarifa media, que subió un 21% pese a que la ocupación media todavía estuvo un 13% por debajo de la de ese año, destacan. Respecto a 2021, el Revpar del grupo mejoró un 88% con mejoras del 26% en la tarifa media y del 20% en ocupación.

En cuanto a la deuda, la compañía destaca que ha conseguido reducirla en 190,2 millones de euros el año pasado y que ha generado una caja operativa de 76 millones de euros, lo que hace que su liquidez ascienda aproximadamente a 380 millones con datos a cierre del 2022. Pero Meliá se ha marcado como objetivo seguir reducir el apalancamiento financiero, por lo que seguirá vendiendo activos.

Y en este contexto, en diciembre publicó una nueva valoración de sus activos, realizada por CBRE, que muestra un incremento del 5,8% del valor de los que tiene en propiedad y en 'joint ventures', hasta los 4.641 millones de euros. Esto supone un incremento del valor medio por habitación del 21,2%.

Escarrer resalta en una nota que los resultados “confirman” la recuperación del negocio, con una demanda turística resiliente frente a la inflación o al temor a un cambio del ciclo económico, que Meliá “supo aprovechar” mediante una estrategia de digitalización que le permitió optimizar ingresos y mejorar la eficiencia operativa. En este sentido, destaca que en 2022 la compañía continuó mejorando sus canales directos con una nueva web Melia.com y la evolución de MeliaApp, que ya concentran el 43,3% de sus ventas, una cifra que asciende al 47% si incluyen el Contact Center.

La cadena hotelera mallorquina también destaca que el año pasado firmó 33 nuevos hoteles con más de 8.200 nuevas habitaciones, y abrió otros 33 hoteles, incorporando 7.610 habitaciones. Con ello supera ya las 100.000 habitaciones, entre hoteles operativos y de apertura prevista en los próximos 2 años, ya que este 2023 tiene prevista la apertura de 30 hoteles.

En concreto, Meliá espera abrir un mínimo de 30 hoteles en 14 países de Europa, Asia, América, África y Oriente Medio. El 92% de estos hoteles se incluyen en las regiones prioritarias de expansión de la compañía, como los tres que abrirá en el Sudeste Asiático, los cuatro nuevos establecimientos de África y Oriente Medio, los ocho previstos en el Caribe y los que se abrirán en la cuenca mediterránea y la región Europa, Oriente Medio y África (EMEA).

Meliá registra un 25% más de reservas que en 2019

La compañía tiene un "optimismo prudente" de cara a este año 2023 porque ya cuenta con un 25% más de reservas que en las mismas fechas de 2019, no sólo para el primer trimestre, también para Semana Santa y verano, “al apreciarse un incipiente retorno de las reservas anticipadas y a medio plazo, frente a las de último minuto, que continúan siendo mayoritarias”.

En cuanto al precio, Meliá señala que estará en línea con el de los últimos seis meses, pero no ve la misma evolución en la “ocupación”, que cerró el ejercicio 2022 aun un 12,9% por debajo de la registrada en 2019.

“Las perspectivas de cara a Semana Santa y al tercer trimestre del año son muy positivas” y están impulsadas, explican, por la recuperación de los viajes internacionales de algunos de sus mercados emisores más importantes como Estados Unidos, Canadá, Europa Central y del Norte, "que está impactando muy favorablemente en la evolución de los hoteles del grupo" en México, República Dominicana, Cuba, Islas Canarias y Cabo Verde.

Destacan también una evolución “mejor de lo esperado” en el segmento viajes corporativos y de congresos y convenciones (MICE, por sus siglas en inglés), habiendo registrado “récord de ventas” asociadas a grandes eventos en Madrid como FITUR o Barcelona con el Mobile World Congress, y manteniendo un gran interés y un volumen creciente de reservas para eventos en España (especialmente en destinos vacacionales y, sobre todo, el paseo Marítimo de Palma) y en el Caribe.