Masorange, la nueva operadora resultante de la fusión de Orange y MásMóvil, ha iniciado su nueva andadura con la promesa de 4.000 millones de inversión en los próximos tres años. Un gigante de las telecomunicaciones en España con unos ingresos de 7.400 millones de euros, de los cuales buena parte provienen de las ventas de dispositivos móviles y terminales. La compañía cuenta con 1.000 millones de facturación en este segmento, donde sigue viendo potencial de crecimiento.

"Somos el mayor canal 'retail' de terminales y dispositivos electrónicos en el mercado español. Vendemos juntos más de cuatro millones de unidades al año. En términos de volumen, estamos hablando prácticamente de 1.000 millones de euros de facturación", explicó Meinrad Spenger, consejero de la nueva Masorange, en la presentación oficial de la compañía.

Este liderazgo en la distribución de dispositivos para el hogar y la empresa se traduce en más de 4,2 millones de unidades comercializadas al año por el grupo, que ahora es líder en España en número de clientes. De este modo, la operadora saca pecho de la venta de equipos electrónicos, ampliando así su ventaja con respecto a sus principales competidores.

Para comparar la dimensión, la ahora segunda compañía del mercado, Telefónica, ingresó en 2023 en torno a la mitad por la venta de terminales móviles. La operadora azul cerró el pasado ejercicio con una facturación de 518 millones de euros, con un descenso del 5,4% respecto al año anterior.

Masorange potenciará servicios de alarmas, seguros o energía

La nueva 'joint venture' participada al 50% por Orange y al 50% por MásMóvil es la primera teleco por volumen de clientes en España, con 30,2 millones de líneas móviles, 7,3 millones de líneas de banda ancha, 2,3 millones de usuarios de televisión de pago y 2,1 millones de clientes de "otros servicios".

En esos "otros servicios" se incluyen la mencionada venta de dispositivos electrónicos, los servicios financieros, seguros (hogar, protección de pantallas, mantenimiento...), alarmas y seguridad, centros de entretenimiento, energía, telemedicina e IoT (internet de las cosas). Desde la compañía creen que hay recorrido comercial para seguir creciendo y destinarán parte de sus esfuerzos a potenciar algunas de estas áreas de negocio.

"En alarmas tenemos una alianza con ADT que renovamos en noviembre del año pasado. Vemos un potencial de crecimiento relevante en este segmento", apuntó Spenger. Y lo mismo ocurre con la energía renovable, negocio en el que asegura que están creciendo en clientes todos los meses.

En definitiva, Masorange quiere ser "más empresa de servicios en los próximos años". Asimismo, el consejero delegado del nuevo grupo apuntó que contemplan la búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento por el lado de los servicios para empresas y administraciones públicas.

Fomentar las marcas más fuertes y reducir la inversión en las menos rentables

Otra de las claves del grupo será qué hacer con las diferentes marcas con las que opera. La compañía ha asegurado que continuará apostando por la estrategia multimarca, aunque apostando por las más fuertes y reduciendo la inversión en aquellas firmas que generan menos retorno a la compañía.

De este modo, las marcas 'premium' serán Orange y Yoigo, junto a las marcas regionales de Euskaltel, Telecable y R. Por su parte, Jazztel y MásMóvil serán las operadoras "económicas" en relación calidad-precio, mientras que Pepephone y Simyo continuarán como las enseñas digitales de Masorange. Las marcas Lebara, Lycamobile y Llamaya para clientes internacionales y las regionales Guuk y Embou completan el portafolio.

"Euskaltel, R y Telecable seguirán siendo las enseñas de referencia en sus respectivos mercados y se van a beneficiar de los planes de inversión, innovación e impacto positivo gracias a su integración en Masorange", ha destacado la compañía. Respecto a otras marcas de renombre como Virgin Telco, el CEO de la compañía señaló que dentro de España no es de las más relevantes.