El Institut Català de Finances (ICF) ha formalizado una operación de financiación por valor de 2,5 millones de euros con Linde+Wiemann, empresa del grupo industrial alemán que opera en La Garriga (Vallès Oriental). Esta inyección de capital público tiene como objetivo principal impulsar el lanzamiento a escala mundial de la nueva furgoneta 100% eléctrica desarrollada por Mercedes-Benz, para la cual Linde+Wiemann actúa como proveedor crítico de componentes. La operación refleja la estrategia dual del ICF: dar apoyo a la transición hacia la movilidad eléctrica y, al mismo tiempo, reforzar la competitividad del tejido industrial catalán. La financiación permitirá a Linde+Wiemann cubrir inversiones estratégicas vinculadas a la producción de piezas específicas para el nuevo modelo eléctrico de Mercedes-Benz, garantizando su capacidad productiva y tecnológica desde la planta de La Garriga.
Carlos López, gerente de Linde+Wiemann en España, ha destacado la importancia del apoyo financiero público en un proyecto de esta magnitud y complejidad. En sus declaraciones, López ha remarcado que la proximidad y la flexibilidad del ICF han sido factores determinantes para asegurar la viabilidad financiera del proyecto, especialmente en un contexto económico marcado por las tensiones en las cadenas de suministro y los elevados costes de las materias primas. Esta colaboración, según el directivo, permite a la compañía afrontar un reto estratégico que consolida su posición dentro de la red global de proveedores de Mercedes-Benz.
Por su parte, la consejera delegada del ICF, Vanessa Servera, ha enfatizado la alineación del proyecto con las prioridades de la institución financiera pública. Servera ha señalado que la iniciativa combina tres ejes esenciales: la innovación tecnológica, la sostenibilidad ambiental y el crecimiento económico con arraigo territorial. La dirigente ha definido este tipo de operaciones como paradigmáticas de la misión de la banca pública de la Generalitat, que busca precisamente facilitar y acelerar proyectos industriales transformadores que, de otro modo, podrían encontrar dificultades para acceder a la financiación privada en sus fases iniciales o de mayor riesgo.
En el ámbito industrial, este acuerdo consolida el papel de Cataluña como polo de producción de alta tecnología para la automoción del futuro. La planta de La Garriga se convierte, de este modo, en un nodo clave dentro de la cadena de valor europea de la movilidad eléctrica. El contrato con Mercedes-Benz no solo asegura actividad y ocupación a corto plazo, sino que sitúa la instalación catalana en una posición privilegiada para optar a futuros desarrollos de la marca alemana y de otros fabricantes que están trasladando sus líneas de producción hacia la propulsión limpia. La operación se inscribe en la línea de actuaciones del ICF para la transformación ecológica del sector de la automoción, uno de los más importantes para la economía catalana.
En los últimos años, el Instituto ha incrementado de manera significativa su exposición y sus instrumentos de apoyo a proyectos vinculados a la descarbonización del transporte, desde el desarrollo de baterías hasta la reconversión de proveedores tradicionales hacia componentes para vehículos eléctricos. La financiación otorgada a Linde+Wiemann, por tanto, trasciende el aspecto meramente económico. Se trata de una operación con un alto valor simbólico y estratégico que conecta la política industrial y la política climática, y que ejemplifica cómo las herramientas de la finanza pública pueden actuar como palancas para atraer y fijar inversiones de alto valor añadido, al tiempo que se avanza hacia los objetivos de sostenibilidad marcados por la Unión Europea y la Generalitat.
