El demoledor informe de Gotham City Research sobre Grifols conocido a primera hora de este lunes, ha vuelto a poner en el ojo del huracán a KPMG, la auditora por excelencia de la empresa de hemoderivados. Si lo que revela el documento es cierto y la compañía catalana hubiera manipulado sus ratios de deuda o el resultado bruto de explotación (ebitda) en sus últimas cuentas, ¿no tendría que haber sido el auditor quien diera la voz de alarma?

La responsabilidad de las auditorias (KPMG, EY, PwC, Deloitte…, las conocidas como Big Four) es precisamente la de recopilar toda la información que hace pública la compañía al cerrar un trimestre o un año fiscal, para llegar a una conclusión fiable sobre si está capacitada para seguir en funcionamiento. Y si no es el caso, advertirlo al mercado, más si cabe, si cotiza en bolsa.

Sin embargo, KPMG solo ha advertido de alguna ineficiencia por parte de Grifols en 2021. Ese ejercicio, la farmacéutica recibió un “párrafo de énfasis” en su informe de auditoría después de haber tenido “un comportamiento travieso”, recuerda Gotham City Research. Y es que, la multinacional intentó reducir deuda llegando a un acuerdo con el fondo soberano de Singapur (GIC) quien entró en su filial estadounidense Biomat pagando 1.000 millones de dólares (más de 800 millones de euros) en verano de 2021, por una participación minoritaria.

La compañía, que quería aprovechar la operación para desapalancarse, contabilizó esta inversión inicialmente como patrimonio neto, pero tras una investigación y advertencia por parte del auditor, el importe se reclasificó mucho tiempo después como pasivo financiero. Es decir, que KPMG tuvo que obligar a Grifols a apuntarse la inyección de capital de GIC como deuda. 

Más allá de esto, KPMG nunca ha hecho una llamada de atención a la compañía ni por su balance ni por su resultado financiero, algo que tendrá que analizarse en profundidad si finalmente se demuestra que la situación financiera de Grifols no es la que declara.

Lo cierto es que no es la primera vez que KPMG sale salpicada por un asunto así. El Ministerio de Economía ya impuso una sanción “por infracción grave” a KPMG, por el informe de auditoría de las cuentas del grupo de supermercados DÍA correspondientes al ejercicio 2017. Unas cuentas donde la compañía había inflado su patrimonio neto, como se demostró más tarde.

Y también sancionó a esta auditora por las cuentas de BBVA de ese ejercicio. Pero, ¿qué es una multa de 55.000 euros (por DÍA) o de 88.000 euros (por BBVA) para una auditora que factura casi 550 millones de euros solo en España? En España, la Ley de Auditoría establece que si se sanciona a los auditores con una infracción grave o muy grave en firme, tienen que dejar de revisar las cuentas de esa compañía, ese es su mayor castigo. 

No se sabe qué pasará con KPMG y las cuentas de Grifols, pero las de 2023 serán las últimas cuentas que audite esta empresa. KPMG ha auditado desde siempre las cuentas de Grifols, algo que, por otra parte, es cuestionable, ya que puede perderse criterio profesional, tal y como han advertido los supervisores en reiteradas ocasiones, pero las de 2023 serán las últimas. Y es que la empresa anunció recientemente que cambiaba de auditor para los próximos tres ejercicios, 2024, 2025 y 2025, un trienio en el que responsable de su auditoría será Deloitte.  

9 horas de infarto para Grifols

Gotham City Research disparó las alarmas el lunes, pasadas las diez de la noche y con la Bolsa de Nueva York ya cerrada, cuando comunicó en redes sociales que este martes publicarían un informe devastador sobre una empresa española “altamente apalancada”, es decir, endeudada, de más de 10.000 millones de dólares y cotizada. Según adelantó, las acciones de esta empresa “llegarían a cero” cuando se conociera la información, como en su día ocurrió con los títulos de Gowex, también tras un informe elaborado por la firma.

A partir de ese momento, empezaron las quinielas en X (Twitter). “¿Cellnex, Telefónica, ACS?”. Los inversores y curiosos hacían sus apuestas, aunque tampoco tuvieron que esperar mucho para resolver el misterio porque el mercado lo destapó en solo unos minutos. Y es que Grifols empezó a registrar caídas superiores al 6% en el mercado de after hours.

Pese a ello, Gotham City Research ha esperado casi nueve horas, hasta primera hora de este martes, en concreto hasta las 7:45 horas de la mañana, para darle al clic y publicar su demoledor informe: “Las deudas no reveladas de Grifols”. En este documento acusa a la empresa catalana de manipular sus ratios de deuda y el resultado bruto de explotación (ebitda) para reducir artificialmente el apalancamiento y advierte de que sus acciones serían "no invertibles".

También cuestiona el papel de la familia Grifols dentro de su propia compañía, dejando ver que no tienen ninguna autoridad sobre ella. Asimismo, hace afirmaciones como que "no creen que la situación financiera sea sostenible", que su deuda “es insostenible”, que sus acciones “no tienen valor” y que sus estados financieros “dejan mucho que desear”.

La compañía, que desde mayo de 2023 pilota Thomas Glanzmann, ha desmentido todas estas afirmaciones en un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) antes de las 10:00 de la mañana. Sus acciones, que han estado paralizadas en la Bolsa de Madrid durante hora y media, han empezado a cotizar con caídas superiores al 40%.