El Palace de Barcelona, el hotel de lujo más antiguo de la capital catalana, es desde hace pocas semanas propiedad del Estado argelino. El histórico Ritz ha pasado a manos del Fondo Nacional de Inversión (FNI) de Argelia, una entidad financiera pública que depende directamente del jefe de Gobierno y que recibió el pasado 1 de agosto, mediante el mecanismo de la dación en pago, "el pleno dominio de la finca" que alberga el establecimiento, situado en el número 664-668 de la Gran Via de les Corts Catalanes de Barcelona.

Desde el 2011 el inmueble era propiedad del magnate argelino Ali Haddad, actualmente encarcelado en su país por malversación, abuso de poder y corrupción, y la justicia argelina había reclamado a la española su restitución, al considerar que fue adquirido con fondos desviados.

Argelia no ha acabado obteniendo esta propiedad por la vía judicial, sino mediante un acuerdo con Haddad, como se desprende del hecho que en el Registro de la Propiedad de Barcelona se haya presentado para su inscripción una “dación en pago de deuda” y no la ejecución de un embargo ordenado por un juez, según publica este martes el diario La Vanguardia.

Haddad, de 60 años, fue presidente de la patronal y era dueño de ETRHB, la primera constructora privada del país, y en 2019 fue detenido en la frontera con Túnez mientras trataba de huir del país, horas antes de que el ejército forzara la dimisión de Abdelaziz Buteflika tras 20 años en el poder, en medio de una ola de protestas.

En el 2022, Argelia envió cartas rogatorias a una decena de países, entre ellos España, para reclamar los bienes de los oligarcas de Buteflika, recoge EFE.