El negocio del grupo Planeta, con negocios en edición, comunicación y formación, no ha dejado de crecer en 2022 y ha superado con creces la facturación que registraba el año antes de la pandemia. El año pasado, el conglomerado editorial de la familia Lara elevó los ingresos a los 1.800 millones de euros, con una mejora del 5,8%, y obtuvo un resultado operativo (ebitda) de 350 millones, que supone un incremento interanual del 15%, según las cifras anunciadas este sábado en Barcelona por José Creuheras, presidente de la compañía. Por líneas de actividad, los ingresos provienen en un 49% del mundo de la comunicación con el grupo Atresmedia, del cual ostenta un 40% por medio de Planeta de Agostini, que es una alianza de los grupos Planeta y el italiano De Agostini. Un 26% corresponde a las ventas editoriales -con más de 70 sellos editoriales en todo el mundo y el lanzamiento anual de 4.500 obras- y un 23% en el área de formación, que cuenta con 120.000 alumnos y 6.000 profesores en el mundo y con la cual este año ha abierto el segundo campus de la Universidad Internacional de la Empresa (UNIE), a Tres Cantos (Madrid).

El nuevo perímetro del negocio se da en un contexto familiar diferente a raíz de la muerte, el verano pasado, de Maribel Lara Bosch, hija de fundador y propietaria del 24% del capital. La desaparición de la heredera, sin descendencia directa, "no ha alterado el equilibrio accionarial", ha dicho Creuheras, sin entrar en detalles, más allá de afirmar que "los accionistas se sienten muy cómodos con esta estructura". El grupo está ahora en manos de la tercera generación. De cara a futuro, Creuheras descarta que los accionistas estén pensando en una salida a bolsa porque "el grupo tiene suficiente capacidad de financiación para afrontar nuevos proyectos", si se da el caso de que sea necesario. Creuheras ha asegurado también que "no está sobre la mesa" que el grupo cambie el domicilio fiscal de su sede, después de la marcha de Barcelona en Madrid en octubre del 2017, a raíz del procés independentista.

El grupo continuó en 2022 con el proceso de saneamiento financiero y diversificó los 250 millones de deuda, colocando unos 100 millones en el mercado de capitales con una emisión privada; una operación realizada por la aseguradora norteamericana Prudential, hecho que "demuestra que somos una compañía solvente" tanto por la colocación como porque ha obtenido una calificación crediticia BBB, ha manifestado Creuheras, después de la rueda de prensa de presentación de las novelas finalistas al Premio Planeta 2023, que se otorgará este domingo. El conglomerado empresarial ocupa 12.500 personas, 500 más que el ejercicio anterior, repartidas en un total de 20 países.

El presidente ejecutivo José Creuheras ha expuesto que el crecimiento del año pasado ha sido básicamente orgánico, con la excepción de la compra del 60% del sello valenciano Espuma, que mantiene la sede en Valencia y el resto de capital en manos de su fundador Josep Gregori. Se trata de una editorial que tiene los sellos Espuma, Algar, Tándem, Animallibres, MésLibros, Diálogo y Tilde, que le reportan un negocio de más de 7,5 millones, de facturación (datos de 2021). "Pero seguimos pendientes de las oportunidades que puedan ir surgiendo, siempre que, como en el caso de Bromera, sean distintivos de calidad y de complementariedad", ha expresado.

Planeta, a lo largo de 2022, también han aumentado su presencia a través de la ya centenaria Casa del Libro, con la apertura de tres nuevos centros, a que se sumará próximamente un cuarto en Alicante y acabarán el año con 57 establecimientos. En el 2024 está prevista la apertura de tres más, de manera que las librerías de esta cadena llegarían a 60 comercios, que venden uno de cada cinco libros en España, ha recordado. La cadena de establecimientos de Planeta "vende uno de cada cinco libros que se compran a España". Creuheras ha valorado el papel de las librerías -que ha salido reforzado de la pandemia- porque sed de cada 10 libros que se venden se da a través de la compra en estos establecimientos. Mientras que las ventas online han bajado del 35% al 27%.

Un buen año para la lectura

El grupo ha mantenido la actividad de distribución del negocio editorial con Logista Libros, la firma que tiene al 50% con el grupo Logista y que se ha convertido en la primera distribuidora del sector en España, con las naves en Guadalajara. En el centro de distribución se tienen 36.000 referencias "vivas" de libros y se hace el suministro en 6.000 puntos de venta, ha recordado Creuheras. El libro es uno de los ocios que "ha salido más reforzado desde la pandemia", manifestó Jesús Badenes, director del área de libros del grupo Planeta. Badenes explicó que en España las ventas de libros han crecido un 19% entre 2020 y 2022, y que este año "las previsiones apuntan a consolidar un aumento del 3%". En el caso del grupo Planeta, las ventas se han disparado un 32% en los últimos tres años, con mucha demanda por las obras de ficción y los libros infantiles y juveniles. Los responsables de la editorial han quitado hierro al incremento del precio de los libros, que han situado en un 5% acumulado, en los últimos tres años, y que ha sido causado por el aumento de los costes en la compra de papel y los energéticos de la impresión. "Esta presión en los costes creemos que ya ha pasado y no esperamos que se suban más los precios", ha dicho Badenes.

El director del área de libros del grupo Planeta también proporcionó datos sobre los niveles de lectura: un 68% de los españoles ha declarado que lee "con frecuencia", y de este, un 72% son mujeres. Del total de los lectores, un 74% se encuentran en la franja que va de los 15 a los 24 años, "lo cual nos da pistas sobre qué tipo de libros venderemos más", ha concretado Badenes.

El reto de la inteligencia artificial 

Respecto de la aparición de la inteligencia artificial (IA) en el sector editorial, Creuheras ha dicho que "es un tema que nos ocupa, pero no nos preocupa". El presidente ejecutivo de la editorial ha expuesto que han creado grupos de trabajo interno para evaluar el impacto que la IA puede tener en sus procesos como actividad económica y "que puede ser útil". "Pero en ningún caso la IA sustituirá a los editores o en los ensayistas, sino que les complementará", ha sostenido y ha recalcado que "se convertirá en un obstáculo para aquellas editoriales que no estén dispuestas a utilizarla como una herramienta favorable para el procesamiento de los datos". "La inteligencia artificial no sustituirá al talento porque no tiene capacidad de innovar", ha asegurado, a la vez que ha pedido que se legisle para evitar un mal uso.