CaixaBank no ve con buenos ojos que se topen las hipotecas variables, como ha propuesto este viernes la ministra Ione Belarra y como Unidas Podemos lleva meses defendiendo ante las continuas subidas de tipos de interés (siete desde julio, la última este jueves de 0,25%). "Las medidas generalizadas no tienen sentido" y además, topar las hipotecas puede tener "efectos secundarios", indicaba el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, en la presentación de resultados del primer trimestre celebrada en Valencia. 

El CEO de CaixaBank recordaba que para ayudar a las personas afectadas por las subidas de tipos de interés se creó el Código de Buenas Prácticas, al que fueron los primeros en adherirse y que está disponible desde enero. Y para los clientes que no puedan acogerse a este Código, porque no cumplen los requisitos, están ofreciendo otras alternativas.

CaixaBank ha recibido en los primeros meses del año 4.300 peticiones al Código de Buenas Prácticas y están "en proceso de gestionarlas". Algunas no encajan dentro del Código porque no son para vivienda habitual, son para segunda residencia, explicaba, "pero tenemos un equipo ofreciendo soluciones".

En este sentido, Gortázar puntualizaba que la entidad lleva años "haciendo un esfuerzo muy grande" por vender hipotecas de tipo fijo, de hecho, el año pasado el 90% de las hipotecas que vendieron fueron fijas y también en el primer trimestre de 2023. Sobre la propuesta de Belarra, además, el número dos de CaixaBank comentaba que "estamos en un momento político concreto", previo a las elecciones, y es mejor no comentarlas. 

En CaixaBank, las personas con hipotecas a tipo variable están pagando 90 euros más al mes, añadía el CEO, "y no estamos teniendo un aluvión de problemas con los pagos". En este sentido, defendía que las subidas de tipos de interés no las decide la banca, sino el Banco Central Europeo en su intento de controlar la inflación. "No es nuestra responsabilidad que los tipos de interés estén subiendo. Hay que controlar la inflación que es el origen del problema".

El consejero delegado, sin embargo, adelantaba este viernes que la morosidad de CaixaBank podría alcanzar el 3% este año si los impagos se incrementan. "No vemos impagos a cierre de marzo, pero si creemos que en el año empeorara la calidad del crédito, aunque también es cierto que lo llevamos meses diciendo y no ocurre".

La morosidad del banco catalán cerró marzo en mínimos históricos (2,7%) después de que los saldos dudosos descendieran en 243 millones de euros en el trimestre.

CaixaBank cerró el primer trimestre del año con un beneficio de 855 millones de euros, un 21% más que en el mismo periodo del año pasado pese a pagar 373 millones de euros del impuesto extraordinario a la banca. Sobre del impuesto, que el banco ya ha recurrido, Gortázar solo ha comentado que siguen esperando una respuesta por parte de los tribunales.