La multinacional Ford asignará a la fábrica de Almussafes (Valencia) un nuevo vehículo que "mantendrá suficiente carga de trabajo" para solucionar el problema que se ha generado en la planta, después de la decisión de dejar de fabricar la furgoneta Transit, lo que iba a dejar a Almussafes solo con la fabricación del Kuga. Esta medida dará respiro a la planta valenciana mientras el grupo decide el futuro de la electrificación, a partir de 2025, según ha explicado el sindicato mayoritario en la planta, UGT. El sindicato ha informado este jueves que la decisión la comunicó el presidente global de Ford, Jim Farley, a los representantes de los trabajadores en la reunión mantenida este miércoles entre la dirección mundial y europea de Ford y el Comité de Empresa Europeo en Dunton (Inglaterra).

Sin que se hayan concretado inversiones o plazos para iniciar la producción del nuevo turismo que se agregará a la gama prevista en Europa, se ha transmitido al comité europeo que el plan se concretará en las próximas semanas y se expondrá, probablemente, en una nueva reunión con los sindicatos el 10 de abril. Entre tanto, la dirección de Almussafes ha ampliado el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que tiene en vigor hasta el próximo 19 de abril, que afecta a un máximo de 700 personas al día en las plantas de vehículos, debido a que el lanzamiento del modelo Kuga no aumentará su producción por "problemas de proveedores" hasta ese día. A ello se suma que el 17 de ese mes será el último día de producción de la furgoneta Transit, lo que iba a dejar a Almussafes solo con la fabricación del Kuga.

La multinacional está analizando el futuro de la marca en la transición a la electrificación, con un plan más amplio que deberá concretar la gama de vehículos y las plantas de producción. En junio de 2022, Ford Europa anunció que la apuesta era la planta valenciana para producir vehículos eléctricos de nueva generación y aseguraba la excelente posición de España en la transformación verde y digital en la cadena de valor automovilística. En concreto, la fábrica valenciana fue elegida en 2022 para producir su nueva plataforma de vehículos eléctricos a partir de 2025, pero las inversiones necesarias para ello no se han materializado ni anunciado y el pasado mes de noviembre Ford comunicó que aplazaba "cualquier decisión que tenga que ver con inversiones". Mientras no se inician las inversiones, la fábrica ha tenido que ajustar su producción ante la reducción de ventas. 

Hasta el momento, la compañía se ha presentado a las dos líneas de la nueva convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC II). El Ministerio de Industria ha adjudicado 37,6 millones de euros procedentes de la línea de baterías para establecer una planta de ensamblaje de baterías en la fábrica de Almussafes y Ford también ha solicitado las ayudas destinadas a la cadena de valor del vehículo eléctrico.

En principio, la electrificación debía asegurar la carga de trabajo en los próximos años en Almussafes, lo que llevó a un acuerdo con UGT para que el nuevo convenio de la compañía recogiese medidas salariales y de flexibilidad condicionadas a la electrificación. La adjudicación a Almussafes no evitó que se tuviera que redimensionar la plantilla con un ERE que ha afectado a 1.124 trabajadores, sobre una plantilla total de más de 6.000 personas.