El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha realizado una llamada contundente desde la sede del Ayuntamiento de Roma para la construcción de una alianza estratégica entre España e Italia. El objetivo de esta unión es actuar como motor indiscutible para la reindustrialización, la productividad y la competitividad no solo del sur de Europa, sino de todo el proyecto comunitario en un contexto global de fuertes tensiones geopolíticas y reconfiguración de las cadenas de suministro.
Su intervención ha tenido lugar durante el acto de apertura del XXI Foro de Diálogo España-Italia, un espacio de cooperación bilateral iniciado en 1999 y que este año ha sido organizado conjuntamente por la patronal española CEOE, su homóloga italiana y la Agencia de Investigación y Legislación. El evento ha congregado a representantes del mundo empresarial, institucional y gubernamental de ambos países.
En su discurso, Sánchez Llibre ha remarcado la trayectoria y la relevancia conseguida por este Foro, al que ha definido como “un espacio imprescindible de reflexión estratégica entre dos países que, juntos, representan el 25% del PIB de la Unión Europea”. Esta cifra, según ha destacado, no es solo un indicador económico, sino la constatación de un peso específico decisivo que comporta una responsabilidad compartida. “España e Italia están llamadas a ejercer un liderazgo conjunto para el desarrollo económico e industrial del sur de Europa. Nuestra misión debe ser la de convertir este espacio en un polo de atracción de inversiones, de innovación y de talento, con una industria fuerte y puntera”, afirma el líder patronal. Señala que, en un momento en que la UE enfrenta retos existenciales, como la transición verde y digital, la seguridad energética y la defensa de su soberanía industrial, la cooperación entre Roma y Madrid deviene “un pilar de primera magnitud”.
Una relación económica sólida
Como fundamento de esta alianza propuesta, Sánchez Llibre ha mencionado la robustez de las relaciones económicas bilaterales. Los intercambios comerciales entre España e Italia superan ya los 74.000 millones de euros anuales, una cifra que refleja un tejido denso de relaciones empresariales y de interdependencia productiva. Esta base, ya de por sí sólida, debe convertirse, en su opinión, en la plataforma para proyectos de envergadura.
“En un mundo incierto, nuestra alianza es una fortaleza que debemos defender y, al mismo tiempo, una herramienta ofensiva para conquistar mercados. Unidos, convertimos los retos en oportunidades de crecimiento compartido”, defiende con énfasis. Ha enumerado como áreas prioritarias de acción conjunta la logística y los corredores mediterráneos, la conexión energética (con especial atención al corredor de hidrógeno verde H2Med), la inteligencia artificial y la ciberseguridad, así como la coordinación en materia de política comercial exterior.
La importancia otorgada a este Foro ha quedado patente con el excepcional nivel de su presidencia. En el acto inaugural, además de Sánchez Llibre, han estado presentes el presidente de Confindustria, Emanuele Orsini, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. La dimensión política ha sido representada por los máximos responsables gubernamentales en materia agrícola: el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y el ministro italiano de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques, Francesco Lollobrigida, que han abordado los retos comunes del sector. El cuerpo diplomático también ha tenido un papel relevante con la presencia del embajador de Italia en España, Giuseppe Buccino, y del embajador de España en Italia, Miguel Ángel Fernández-Palacios.
La edición de este año del Foro ha gozado de un amplio apoyo empresarial, reflejando el interés de múltiples sectores por fortalecer esta relación bilateral. Entre las compañías patrocinadoras se encuentran gigantes industriales y de servicios como Ariston Group, Enel, Gruppo FS, Intesa Sanpaolo y TIM (por la parte italiana), y Banc Sabadell, Cellnex, Solaria y Vueling (por la española), además de otros actores internacionales como Acea Energia, Mundys y PwC.
Este mosaico empresarial subraya la naturaleza transversal y estratégica del encuentro. En definitiva, la intervención de Sánchez Llibre en Roma va más allá de la reivindicación de una cooperación bilateral rutinaria. Plantea un salto cualitativo: convertir la fuerte relación económica entre España e Italia en un eje político y estratégico con vocación de modelo, capaz de definir prioridades, influir en las políticas de Bruselas y ofrecer una respuesta conjunta a los grandes cambios globales. El reto ahora es concretar esta visión en hechos y proyectos compartidos.