Ferrovial, con sede en los Países Bajos, lanza una emisión de bonos sostenibles de 496 millones de euros. El vencimiento se fija para dentro de siete años, el 13 de septiembre de 2030, con un interés del 4,375%, que se abonará anualmente.
Según informó este jueves la compañía que preside Rafael del Pino a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación le reportará unos fondos netos de aproximadamente 496 millones de euros que prevé destinar a atender "necesidades corporativas generales".
Las entidades colocadoras de esta emisión son HSBC, Sabadell, BBVA, Bank of America, Citi, JPM, MUFG Bank, RBC Capital Markets y Santander, según adelantó el miércoles Bloomberg citando fuentes del mercado. La orden de libros superó los 950 millones de euros entre clientes profesionales, a los que se ha dirigido exclusivamente la oferta.
La última gran operación de deuda anunciada por la compañía se produjo el pasado mes de agosto, cuando amortizó de forma anticipada unos bonos híbridos por un importe de 471,44 millones de euros, como parte de la fusión entre la matriz española y su filial en Países Bajos.
La deuda bruta total consolidada de la compañía ascendía a principios de 2023 a 11.497 millones de euros, con una posición neta de tesorería, excluyendo proyectos de infraestructura, de 1.343 millones de euros.
Dentro del calendario de deuda, en 2024 vencen 302 millones de euros, en 2025 cerca de 760 millones y a partir de 2026 otros 1.867 millones de euros. Su liquidez ronda los 5.850 millones de euros.
Ferrovial obtuvo un beneficio neto de 114 millones en el primer semestre de este año, el doble que en el mismo periodo del ejercicio anterior, impulsado por los mayores ingresos y márgenes registrados en sus activos de infraestructuras. Sus ingresos ascendieron a 3.940 millones, un 12,2% más, con crecimientos en todas las líneas de negocio.
La compañía de Rafael del Pino debutó en pasado junio en la bolsa de Ámsterdam con subidas. Antes de que finalice este año, está previsto que lo haga en la bolsa norteamericana. Uno de los últimos contratos internacionales en los que se ha impuesto ha sido la construcción de una línea de alta velocidad ferroviaria en Letonia por 3.700 millones de euros.