Cuando a principios de año Marc Murtra asumió la presidencia de Telefónica, se encontró una compañía más eficiente, digital y con menos deuda, herencia de su predecesor, José María Álvarez Pallete, pero también con la cotización de las acciones a menos de 4 euros, con un mercado altamente competitivo y fraccionado. De hecho, desde que es presidente de la teleco, Murtra ha reiterado la necesidad de un mercado único y que la Unión Europea facilite una "consolidación" para poder rivalizar con los grandes grupos de los EE.UU. y China. Paralelamente, otros de los objetivos del directivo eran aumentar la eficiencia del grupo y poner en marcha el proceso de desinversión en Latinoamérica, que se inició nada más aterrizar en la empresa. En este contexto, el presidente ejecutivo del grupo se comprometió con los accionistas hace unas semanas a simplificar la compañía y a "vender todo lo que no fuera rentable".

De hecho, el primer espada del negocio empezó el mandato con la petición del concurso de acreedores de la filial del Perú. Posteriormente, se completó la venta de Argentina, la de Colombia y recientemente se ha llevado a cabo la de Perú. Tras estas ventas, los movimientos se han visto reflejados en los resultados del primer trimestre, ya que Telefónica ha perdido 1.731 millones hasta marzo. En concreto, la venta de la filial de Telefónica en Argentina ha supuesto un impacto en las cuentas de la teleco de 1.200 millones y se han computado como pérdidas en sus resultados. La filial del Perú ha tenido un impacto contable de 500 millones.

Desinversiones en Latinoamérica

Con relación a las desinversiones en América Latina, a las que se suma la venta de la filial de Colombia por unos 368 millones de euros, la empresa ha clasificado Telefónica Argentina y Telefónica Perú como operaciones discontinuadas en el primer trimestre de 2025 y ha reexpresado, a efectos comparativos, los resultados de 2024. En conjunto, aunque el resultado se ha traducido en pérdidas netas de más de 1.730 millones, la multinacional ha confirmado previsiones y el reparto de dividendo para 2025 de 30 céntimos por acción en efectivo.

En el marco de las desinversiones en Latinoamérica, Telefónica también está estudiando deshacerse de sus negocios en otros países como México, Uruguay y Ecuador. En el primer caso, la teleco ha encargado al banco de inversión JP Morgan y al despacho de abogados White&Case la desinversión de su filial. Así, la presencia del grupo en América Latina se reduciría a pocos países, pero sin dejar de lado Brasil, uno de los principales mercados de la compañía.

Las desinversiones en estos países no son un nuevo capítulo de la era Murtra, sino que hacía años que Telefónica estudiaba estas operaciones. En 2020, Álvarez-Pallete ya planteó a los accionistas la venta del negocio como una unidad, agrupado bajo la filial Hispam, pero el proyecto no acabó surgiendo. Con el cambio de directiva, el plan vuelve a estar sobre la mesa, pero esta vez de manera separada por geografías.

Consolidación del mercado de las telecomunicaciones

También en el marco de la eficiencia, la nueva era de Telefónica tiene en el punto de mira la consolidación. La semana pasada, Murtra lamentó la "fragmentación actual" del sector y criticó que no permite escala para "desarrollar, desplegar y mantener nuevas innovaciones tecnológicas". De hecho, Murtra reiteró que las tecnologías más disruptivas requieren de "ciencia, tecnología y filosofía", tres elementos que Europa ya tiene, aunque matizó que lo que le falta es consolidarse. Para conseguirlo, reclamó a las administraciones europeas reducir la regulación para facilitar las operaciones corporativas: "Dejadnos consolidar a nivel intramercado para después podernos consolidar en el ámbito europeo".

El presidente de Telefónica lamentó que Europa ha quedado "obsoleta" en telecomunicaciones después de liderar el sector hace 25 años, con, textualmente, una sobreproliferación de infraestructuras de telecomunicaciones que están infrautilizadas. "Si queremos que alguna cosa cambie, alguna cosa tendremos que cambiar", sentenció, para acabar diciendo que "tenemos que aprender de la experiencia de potencias como China a la hora de cambiar el ecosistema para impulsar la creación de nuevas tecnologías".

Además, Murtra prometió mantener una "disciplina financiera de hierro" y simplificar la compañía, al mismo tiempo que reclamaba hacer "de la eficiencia y la eficacia una ventaja competitiva".