La crisis energética desatada con la invasión rusa de Ucrania y la escalada en el precio del gas, que en algunos momentos de 2022 llegó a multiplicar por diez su precio, han tenido un efecto devastador en la industria cerámica española, concentrada fundamentalmente en la provincia de Castellón. La patronal del sector, Ascer, ha cuantificado este martes la magnitud del desastre en forma de miles de trabajadores despedidos o incluidos en expedientes temporales de regulación de empleo, cierre de empresas y líneas de producción y un descenso agregado del margen de las firmas del sector que supera el millar de euros en 2022.
La factura energética del sector experimentó un "incremento desorbitado" al pasar de 939 millones de euros de 2021, cuando ya se había incrementado de forma relevante, a 2.235 millones el año pasado. Por esa razón, la industria azulejera lleva meses reclamando al Gobierno un plan de rescate que les ayude a superar esta coyuntura, dado que el gas es su principal fuente de energía y representa la mayor parte del gasto de su estructura de costes.
En 2022, de hecho, los 2.235 millones se llevaron por delante el 40% de la facturación del conjunto de la industria azulejera española, a pesar de que esta se elevó un 16 % hasta los 5.538 millones de euros por la subida de precios aplicada a los productos para intentar compensar parcialmente esa escalada de costes. El presidente de la patronal Ascer, Vicente Nomdedeu, ha recordado que el gas alcanzó en agosto los 350 euros megavatios hora y, a diferencia de los competidores europeos, el sector español “no recibió prácticamente ayudas” del Gobierno de España, algo “clave y diferenciador” en una crisis como la actual en la que los productores españoles han de competir con los fabricantes italianos.
Menos producción
Pese al incremento de la facturación total, la producción cayó un 15 % en 2022 al pasar de 587 millones de metros cuadrados de 2021 a 500 millones, y las ventas en metros cuadrados cayeron también un 13 % porque muchas empresas tuvieron que detener sus hornos al no poder afrontar el coste del gas. Las exportaciones del sector cerámico español, que representan el 75 % de sus ventas totales total, ascendieron a 4.273 millones de euros en 2022, un 16,6 % más. Europa fue el destino de la mitad de las exportaciones con Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Portugal y Bélgica como principales mercados. Las ventas en el mercado nacional, por su parte, llegaron a 1.265 millones, un crecimiento del 15 %.
De las exportaciones a Europa (el 50,5 % del total), los mercados más importantes siguieron siendo Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Portugal y Bélgica. Por su parte, Estados Unidos, que supone el 14,5 %, mantuvo su crecimiento en ventas pero bajó en metros cuadrados.
Despidos, ERTE y cierres
Los efectos en el empleo en la industria cerámica de la crisis energética se traducen en 1.017 despidos de trabajadores desde julio de 2022 y 13.000 empleados en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), de los que un 30 % sigue sujeto a las medidas de ajuste.
Varias empresas han cesado su actividad al no poder seguir haciendo frente a la coyuntura y otras han cerrado plantas de producción. Entre ellas, se encuentran Eneacer y Struker Porcelánico que apagaron definitivamente sus hornos al no poder pagar el gas, o la histórica Todagres, propiedad grupo murciano Fuertes y que dejó sin empleo a 160 trabajadores. Pamesa, por su parte, cerró Azulejera Alcorense pero recolocó a la mayoría de los trabajadores afectados en otras compañías del grupo.
En conjunto, los márgenes de las empresas del sector han caído en 1.000 millones de euros, según las cifras facilitadas por la patronal Ascer a partir de un estudio de PriceWaterHouseCoopers presentado este martes. El sector ha aumentado los precios de sus productos para intentar compensar el alza de los costes y las empresas que compiten por diferenciación de producto han tenido unos precios medios de venta más altos, entre un 20 y un 30 % de media ponderada.
Reflejar la totalidad del aumento de los costes en el precio del producto habría supuesto pérdida de clientes, por lo que las empresas han asumido parte de ese incremento, según ha explicado Vicente Nomdedeu en una rueda de prensa ofrecida en el marco de la feria Cevisama que se celebra esta semana en Valencia.
Maroto escucha las peticiones del azulejo
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha tratado este martes con Ascer la forma de acceder a las ayudas de gasintensiva. En una visita no programada a Cevisama, la ministra ha afirmado que la ley Crea y Crece que establece el cumplimiento de la ley de subvenciones y del periodo medio de pago, de 60 días marcado por ley, “hay que cumplirla”, y se está intentando encontrar la vía para ello sin hacerlo a costa de la pymes y autónomos, que también están sufriendo retrasos en el cobro de sus facturas.
Ha asegurado que el compromiso del Gobierno con el sector cerámico es “muy importante” y el Ejecutivo va a acompañarles. En este sentido se ha referido a la línea ICO dotada con 500 millones de euros con avales públicos del 90 %, carencia de 3 años y periodo de amortización de diez años, que va a ser “un salvavidas” para esta industria.