La presidenta de la CNMC habla por primera vez sobre el expediente de la opa BBVA-Sabadell después de que el pasado día 30 de abril autorizara la operación en fase dos con condiciones. Cani Fernández se muestra "orgullosa" del trabajo realizado por los servicios técnicos y los consejeros de la sala durante los últimos once meses, defiende la "independencia" mostrada por todo el organismo en defensa de la competencia y advierte, si la operación sale adelante (ahora está en manos del gobierno español), se activará una nueva fase: la de monitorización.

Es decir, el control de que todos los compromisos asumidos por el BBVA para poder absorber al Sabadell se cumplen y no ponga en riesgo la competencia bancaria. En principio esos compromisos deben cumplirse durante tres años, pero si el riesgo sigue existiendo, será por cinco, recordaba este martes la presidenta de la CNMC durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados.

"Ya que puedo hablar por fin de la operación, quiero defender el trabajo técnico, riguroso, escrupuloso e independiente de la CNMC, estoy orgullosa como no puede ser de otra manera, de la independencia mostrada por los servicios técnicos y por los consejeros de la sala, quiero además reconocer el esfuerzo de todos los miembros del consejo para lograr un consenso que favoreciera el objetivo de defender la competencia de usuarios. Especialmente en los mercados con mayores riesgos", destacaba Fernández.

"Como saben nuestro trabajo de análisis ha concluido, pero queda pendiente la fase de monitorización de todos los compromisos que condicionan la operación para garantizar su cumplimiento, que será posterior a la adopción de la autorización definitiva, que se producirá si el gobierno lo estima conveniente y decide si por razones de interés general (distintas a la defensa de la competencia) sujeta la operación a otro tipo de condiciones".

Moncloa ha decidido lanzar una consulta pública para escuchar las opiniones que la ciudadanía y los empresarios tienen sobre la opa antes de decidir si la aprueba en los términos actuales (con los compromisos pactados entre el BBVA y la CNMC) o si añade más compromisos. La consulta acaba este viernes y antes de que termine el mes de mayo, debería conocerse el resultado.

Cani Fernández se defiende de las críticas de las patronales

Durante la comparecencia, Cani Fernández se ha defendido de la oleada de críticas que ha recibido en los últimos meses por parte de las asociaciones y patronales empresariales, además de los sindicatos, por no poder participar de forma activa en el test de mercado que la CNMC ha hecho. La presidenta ha insistido hasta en tres ocasiones en que se ha escuchado a todos los interesados, aunque después no se les haya incluido en el procedimiento.

"Cualquier entidad afectada o no, interesada o no, puede aportar información al expediente" comenzaba explicando la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia, que afinaba después que es para la condición de interesados donde tienen que tener esas cautelas. 

"Conviene matizar que, el hecho de que una entidad no haya sido admitida como interesada no implica que no ha sido escuchada, la condición de interesado implica ese acceso al expediente y a una situación de especial relevancia en el procedimiento que debe estar justificada por una situación cualificada, derivada de un interés legítimo directamente relacionada con el procedimiento, tal y como han interpretado los tribunales", agregaba.

Poco después insistía, "el hecho de que no se admita la posición especial como interesado no significa que no haya sido escuchado los argumentos expuestos en los escritos, que siempre se pueden aportar en el procedimiento cualquier entidad interesada o no".

Al respecto, Fernández detallaba que en el análisis de concentración de BBVA-Sabadell, entre el primer test de mercado y el test para verificar el impacto de compromisos presentado por BBVA "se ha requerido información y escuchado a más de 58 entidades y a algunas de ellas en varias ocasiones". Como el Banco de España, la CNMV, la DGS, las autoridades autonómicas de competencia, (principalmente Catalunya, País Valenciá y la autoridad vasca, pese a que no estaban obligados) doce bancos tradicionales, siete neobancos y bancos digitales, seis asociaciones de consumidores, seis fintech, 19 asociaciones de empresas y 8 aseguradoras.

"A lo anterior hay que añadir los documentos aportados durante el expediente, 7 informes económicos, 8 escritos de terceros que quisieron aportar al procedimiento pese a no haber sido requeridos y todos los escritos e información facilitada por las partes. En total, más de 11.000 folios de expediente. Todas las alegaciones y comentarios han sido analizados, en su caso han sido acogidos o respondido a la hora de valorar la operación y por su puesto, se ha mantenido el diálogo con las partes, ha sido constante e intenso como prevé la normativa".

Después de once meses de análisis, la CNMC identificó que había riesgos para la competencia bancaria, pero ha contrastado que los compromisos presentados por el BBVA para evitar esos riesgos "son suficientes". Por todo ello, defendía, se dio el visto bueno a la operación el último día de abril.