"Las solicitudes al Código de Buenas Prácticas siguen aumentando". Sabadell ha recibido unas 700 peticiones de clientes que quieren acogerse a las ayudas aprobadas de manera conjunta entre el Gobierno español y la banca, y otras 300 propias, es decir, de clientes no cumplen los requisitos pero necesitan ayuda. "Lo último que nos interesa es que los clientes pierdan sus viviendas", comentaba el consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno en la presentación de resultados del primer trimestre, periodo en el que el banco ha reducido ligeramente el beneficio un 4% respecto al año pasado, hasta los 157 millones, por el impuesto a la banca en España.

Las solicitudes se acercan a 1.000 por lo que son "más débil de lo que pronosticamos", añadía el CEO de Sabadell, que solo espera que aumenten "si hay un deterioro de la economía o más paro". También esta semana, el consejero delegado de Santander, Héctor Grisi, adelantaba que habían recibido unas 1.400 solicitudes en los primeros meses del año, ya que las ayudas se activaron en enero. 

En cuanto a la caída del resultado, el director financiero, Leopoldo Alvear, explicaba que es más bajo que el año pasado debido a los 157 millones del impuesto a la banca. "Sin él, el avance año contra año habría sido un 60%". Preguntado por las turbulencias en el sector bancario de los últimos meses a propósito de la caída de varios bancos de Estados Unidos y uno en Suiza, los directivos aseguraban que en Sabadell "las turbulencias no se han notado en nada".

González-Bueno revelaba que "sí ha habido preguntas de grandes corporaciones o clientes de banca privada", pero en términos de actuación o movimiento de pasivo, "no han registrado nada pese a las crisis de bancos americanos". También ha reconocido que por su parte "no hay guerra de pasivo" y pese a la subida de tipos no están remunerando por los ahorros. "Habrá una adaptación progresiva", indicaba. 

El CEO también ha descartado que estén estudiando de nuevo una fusión con BBVA, "estamos satisfechos como estamos y ya no hay más operaciones que estudiar". Con los niveles de capital que tiene Sabadell ahora, "no nos vamos a plantear nada". En este sentido, recordaba que ya han superado la crisis de 2008, de 2012, el potencial riesgo del covid, la guerra y la rápida subida de tipos, sin necesidad de fusión. 

Asimismo, el número dos de Sabadell ha cerrado la puerta a reducir costes para mejorar la eficiencia realizando un nuevo ERE y reduciendo plantilla. "Seguiremos con el foco puesto en mejorar la rentabilidad, pero no llevaremos a cabo una medida puntual como la de los dos últimos ERE", concluía.