La empresa catalana Arquima, fabricando de estructuras de madera para la construcción de viviendas de madera, será la encargada de volver a poner en marcha la actividad de la serrería de Valsaín, en Segovia, que hacía once años que estaba cerrado y que el año pasado fue declarado como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento. La compañía que fundó y dirige José Antonio González ha sido la empresa adjudicataria por el Organismo Autónomo Parques Nacionales, perteneciente al MITECO (Ministerio de Transición Ecológica y al Reto Demográfico) de este centro, durante los 25 próximos años. Eso le permitirá obtener madera en el territorio estatal, sin tener que recurrir a grandes importaciones de abeto de Austria o Francia, y reducir las emisiones de CO₂ derivadas del transporte de la materia prima hasta Abrera (Barcelona). Con esta adjudicación y su explotación, Arquima contribuirá a la generación de actividad económica en el municipio Real Sitio de San Ildefonso, y fomentará el empleo local en torno a las montañas de Valsaín y del parque nacional de la Sierra de Guadarrama, según ha comunicado este lunes.
Reanudando la actividad de la histórica serrería, que fecha de 1884, Arquima podrá generar su materia prima y, por lo tanto, controlará todo el proceso constructivo, desde el serrado del tronco hasta la construcción de las viviendas que, generalmente, construye bajo demanda. Los procesos de construcción de la compañía, desde 2007, cuentan siempre con la certificación Passivhaus, que otorga el Passivhaus Institut, de Darmstadt (Alemania), y que avala que son edificaciones cien por ciento sostenibles.
La compañía abrió el pasado mes de enero unas nuevas instalaciones fabriles a Abrera, para ganar capacidad, ante el incremento de la demanda en el ámbito estatal, cosa que se tradujo en una mejora del 30% en la facturación del año pasado, que llegó a los ocho millones de euros y, por lo cual, para este 2023 prevé un alza exponencial hasta los 30 millones de euros, gracias a los pedidos en curso. La fábrica de Abrera ha permitido multiplicar por seis la capacidad de producción, así como disponer de un edificio de oficinas de 500 m². El director José Antonio González aseguraba, coincidiendo con la apertura del centro de producción, que no descarta entrar en alguna ronda de financiación para introducir a un socio inversor a la compañía "que nos permita acelerar todavía más este crecimiento".
En paralelo, la firma prevé duplicar los recursos humanos de la empresa en el 2023. Actualmente, con presencia en Catalunya y Madrid y delegaciones en Galicia, Andalucía, Valencia y las Baleares, la compañía tiene una plantilla de más de 45 trabajadores, más de 20 de los cuales son arquitectos, arquitectos técnicos o ingenieros. El equipo es el encargado de realizar las promociones, proyectos residenciales y equipamientos que la firma hace bajo demanda. Entre otros proyectos, este año Arquima construirá dos promociones en Baleares, con el sistema constructivo industrializado de entramado ligero de madera, para AEDAS Homes, la promotora residencial de referencia en el ámbito estatal. Se trata de dos promociones inmobiliarias de 26 y 16 casas de alto standing, a Palma y Llucmajor, respectivamente.
Sin actividad en la serrería de Valsaín
La serrería dejó de funcionar en el 2012, después de que la crisis del 2008 ahogara la recuperación de un terrible incendio ocurrido en el 2005. La serrería había funcionado bien desde que en 1985 se remodeló y automatizó en una nueva fábrica, moderna para la época, instalada en una nave construida en 1952 al lado del original, del siglo XIX. Arquima prevé reiniciar la actividad. En Valsaín, los troncos serán descortezados y cortados en tablones y los desperdicios fruto de la poda y el corte de las ramas, una vez triturados y mezclados con agua, serán aprovechados para hacer una especie de pulpa que sirve de aislamiento térmico para los futuros viviendas.