Las empresas del sector food delivery acusan la inflación el cambio de los hábitos de consumo tras la vuelta a la normalidad. Aunque los precios se han moderado en los últimos meses, las tensiones inflacionistas siguen presionando el bolsillo del ciudadano. Una circunstancia a la que se suma el descenso progresivo del consumo de comida a domicilio después de varios años de gran demanda por la pandemia de la Covid y las restricciones que supuso para la población.

Empresas como Just Eat y Deliveroo están dando muestras de la desaceleración: cae el número de pedidos y cada vez tienen menos clientes. Algo que para empresas con un margen de ganancias muy ajustado puede suponer un gran problema si no consiguen adaptarse a las necesidades de su público objetivo.

Si bien 2022 ha supuesto el año de la vuelta a los bares y restaurantes y la recuperación del consumo presencial, la tendencia se ha seguido manteniendo durante el inicio de este año. La consultora Kantar señalaba en un reciente informe sobre el sector que la vuelta a la normalidad está dejando unos hábitos de consumo diferentes a los que conocíamos antes de la pandemia, así como la desaceleración de tendencias muy marcadas debido a la limitación de movimiento.

Entre estas tendencias destaca el delivery, que, después de tres años en auge, "ha empezado a notar cierta ralentización, al comenzar a devolver poco a poco compradores al consumo en el establecimiento". Una coyuntura social a la que se suma el contexto económico, protagonizado todavía por la elevada inflación. Y es que, en muchos de los países en los que operan estas empresas de reparto, los precios de consumo siguen todavía en niveles que superan el 5%, el 7% e incluso el 10% en territorios como Reino Unido.

En España, aunque la inflación ha descendido al 3,3% en el último mes, el precio de los alimentos continúa su espiral alcista y se sitúa actualmente en el 16,5%. La mezcla de ambos factores, el encarecimiento de los precios de los alimentos y el coste de la vida junto al menor gasto a domicilio, está provocando caídas las entregas registradas y un descenso en el número de clientes entre empresas como Just Eat y Deliveroo.

Just Eat cae en ingresos, pedidos y usuarios 

Así lo confirman sus últimas cuentas de resultados, donde se puede observar el mismo patrón en ambas compañías. En lo que respecta a Just Eat, la compañía holandesa ha sufrido una contracción de sus pedidos del 14%, pasando de los 263 millones de entregas en el primer trimestre del año anterior a los cerca de 228 millones en el periodo comprendido entre los meses de enero y marzo de 2023.

Por mercados, la caída es más abultada en América del Norte (-17,3%) y en el Sur de Europa, Australia y Nueva Zelanda -donde se enmarca España- con un desplome del 17,7%. Esto se ha traducido en una caída de sus ingresos del 7% y un descenso considerable en el GTV (valor bruto de las transacciones), por lo que a la empresa que dirige Jitse Groen le continúa pasando factura el elevado coste de la vida y el cambio de hábitos entre los consumidores. 

La empresa de reparto a domicilio ha ampliado la caída de pedidos y clientes, pero se trata de una situación que ya venía sufriendo meses antes. En 2022, la plataforma holandesa que opera en España procesó un total de 984 millones de pedidos, lo que supone un 9% menos que en el año anterior, y tuvo a 90 millones de consumidores activos, frente a los 99 millones que registró en 2021. Pero la situación no dista mucho de la reportada por Deliveroo en el primer trimestre del año.

Deliveroo pierde 500.000 consumidores 

La compañía británica, que cesó sus operaciones en España en 2021 y posteriormente hizo lo mismo en Países Bajos debido a su falta de rentabilidad, también ha achacado su descenso en pedidos y usuarios a las tensiones inflacionistas. De este modo, Deliveroo ha cerrado los tres primeros meses de 2023 con una caída del 9%, pasando desde los 78,8 millones a los 72,1 millones de entregas.

Asimismo, la contracción también se observa en el número de clientes que ha obtenido la empresa de delivery. Según sus datos, la aplicación de Deliveroo contó de enero a marzo con una media de 7,1 millones de usuarios activos, lo que significa que ha perdido en torno al 7% de los mismos de un año para otro, o lo que es lo mismo, en torno a 500.000 usuarios han dejado de utilizar su plataforma para pedir comida a domicilio.

No obstante, Deliveroo sí ha conseguido mejorar su cifra de ingresos, así como el valor bruto de las transacciones. Si bien es cierto que, en este último punto, la mejora no ha sido sustancial y así lo han destacado desde la propia compañía. “El crecimiento de los ingresos del 4% y el GTV prácticamente plano representan un desempeño resistente, particularmente en el contexto de las presiones inflacionarias y la actual crisis del coste de vida y sobre una base de difícil comparación”, explicó el consejero delegado de la empresa, Will Shu.

La próxima compañía del sector del reparto a domicilio en públicas sus cuentas será Delivery Hero, la firma alemana que compró la española Glovo pocos minutos antes del inicio de 2022. De este modo, el próximo 27 de abril publicará los resultados del tercer trimestre del año, tras un 2022 en el que cosechó pérdidas de más de 600 millones de euros, lastrada por el agujero de Glovo. Su informe trimestral dirá si se une al descenso en entregas y usuarios de sus homólogas o ha sabido sortear la crisis actual.