El BBVA ha dejado en el aire qué hará con los consejeros y directivos del Sabadell si la opa prospera y acaba absorbiendo al banco catalán. Cuando Carlos Torres le planteó una fusión a la entidad que preside Josep Oliu, le ofreció tres asientos en el consejo de administración (no ejecutivos) y una vicepresidencia. Pero, al lanzar la opa hostil, retiró esta propuesta. Preguntado por el asunto, Torres dijo que era “pronto para hablar de órganos sociales”. Se desconoce, por tanto, qué futuro le espera a la cúpula del Sabadell. Pero si el BBVA decide prescindir de ellos, tendrá que enfrentarse a 33 indemnizaciones millonarias.

La política de remuneraciones de los consejeros del Sabadell para los ejercicios 2024, 2025 y 2026 blinda los contratos del consejero delegado, César González-Bueno; del consejero y director general, David Vegara; y de otros 31 directivos. Así lo aprobaron los propios accionistas del banco catalán en la junta celebrada en marzo de 2023.

El contrato del CEO contiene una cláusula de no competencia de dos anualidades de retribución fija desde la fecha de su despido improcedente o cambio de control, como sería el caso. Es decir, César González-Bueno podría recibir cerca de cuatro millones de euros de indemnización (según lo percibido en 2022 y 2023), entre otras cosas, porque no podría trabajar en otra entidad de España, México y Reino Unido, donde se concentra actualmente la actividad principal del Sabadell.

También está blindado por el Sabadell el contrato del director de riesgos (chief risk officer o CRO, por sus siglas en inglés) que a su vez es consejero del Sabadell. Así, si el BBVA decidiera prescindir de David Vegara, tendría que abonarle una indemnización por el mismo motivo que al CEO, por la cláusula de no competencia post contractual, que tiene una duración de dos años y aplica como máximo hasta la primera fecha de jubilación ordinaria, por un importe de dos anualidades de la retribución fija. Vergara percibió 871.000 euros en 2023, por lo que su indemnización sería superior a los 1,7 millones.

Josep Oliu no percibiría esta indemnización porque el Sabadell eliminó de su contrato la cláusula de no competencia en la política de remuneraciones aprobada el año pasado. Hasta ese momento sí la tenía. El presidente, no ejecutivo, tiene mandato hasta el 2027. El resto de miembros del consejo de administración del banco catalán tampoco tiene indemnizaciones ni pactos de no competencia en caso de que termine su cargo, según explica el banco.

Los que sí lo tienen son más de una treintena de altos directivos del banco catalán, que de no continuar en el banco tendrían que cobrar una indemnización de una cantidad equivalente a una o dos anualidades de la retribución de carácter fijo. Los directivos del Sabadell en España tienen una remuneración media de 161.338 euros al año, en México de 231.534 euros y en TSB, su filial británica, alcanza los 315.522 euros.

En total, la remuneración de la alta dirección del Sabadell el año pasado ascendió a 7,2 millones de euros. El comité de dirección del banco está formado actualmente por diez miembros (además del CEO y CRO). En concreto, por Leopoldo Alvear, que es el director financiero; Jorge Rodríguez-Maroto, que dirige el negocio de banca de particulares, y Carlos Ventura, que asume la responsabilidad de banca de empresas.

Pero también forma parte de la alta dirección Cristóbal Paredes, que lidera el área de banca corporativa; Carlos Paz, quien asume la gestión de riesgos; Marc Armengol, que dirige el negocio de operaciones y tecnología; Elena Carrera, directora de sostenibilidad; Sonia Quibus, que gestiona el área de personas (RR. HH.); Y Marc Prat, que lleva la estrategia del banco. Al igual que el secretario general, Marc Armengol y la directora de auditoría interna, Nuria Lázaro.