La opa del BBVA sobre el Sabadell va llegando a su fin. El próximo viernes 10 de octubre acabará el plazo de aceptación y si el banco de origen vasco consigue hacerse con más del 50% del capital del catalán, tendrá el control de la entidad y habrá logrado su objetivo tras casi año y medio desde el inicio de esta operación financiera.

Sin embargo, el BBVA corre el riesgo de que la aceptación no llegue a ese umbral mínimo del 50,01% que se ha fijado y tener que ir a una segunda opa, que de nuevo alargaría los plazos y además, sería más cara. Por ello, el banco que preside Carlos Torres tiene solo dos semanas para evitar este escenario, que le haría renunciar a la condición de aceptación mínima si al menos alcanza una participación del 30% de los derechos de voto de Banco Sabadell.

Según avanzó el banco en el folleto de la opa y confirma en el suplemento enviado al regulador de los mercados esta semana, la CNMV tiene de plazo para comunicar los resultados de la opa al BBVA hasta cinco días hábiles después de que finalice el periodo de aceptación. Si dicho periodo acaba el viernes 10, el organismo que preside Carlos San Basilio tendría hasta el viernes 17.

Y después, el BBVA tendría solo un día bursátil (desde que recibe esa comunicación) para tomar la decisión de renunciar o no a la condición aceptación mínima. Si lo hace, dando por hecho que habría alcanzado al menos un 30% de la entidad, iría directo a una segunda opa, que sería obligatoriamente en efectivo y a un precio equitativo que marcaría la CNMV, según establece la normativa. “Si BBVA alcanza una participación igual o superior al 30% ... vendrá obligado a formular una opa obligatoria en dinero al precio equitativo y sin condiciones, dirigida a la totalidad del capital social de Banco Sabadell”.

El banco advierte que las necesidades del BBVA para financiar esa segunda opa obligatoria podrían variarán “significativamente” en función del número de acciones de Banco Sabadell que acepten la oferta y las que acepten la opa obligatoria. Ya que no es lo mismo que acepte el 30% y se lance por el 70%; a que acepte el 49% y se lance por el 51% restante.

En cualquier caso, el BBVA deja claro que financiaría esta “eventual opa obligatoria posterior” con sus recursos disponibles. Y no tendría que acometer una nueva ampliación de capital. Pero quiere que este no sea el escenario principal y tener éxito con la primera opa, la que está en curso. Por ello, esta semana ha mejorado la oferta que hizo en mayo del 2024 en un 10%.

El mercado considera que no será suficiente, pero el banco confía en que sí lo será. De hecho, ha renunciado a hacer una nueva mejora en la contraprestación de la oferta, que ha pasado a ser enteramente en acciones de BBVA; así como a ampliar el plazo de aceptación, pese a que podría haberlo alargado hasta 70 días.

De manera que, este viernes empieza una cuenta atrás de dos semanas para que se cierre el periodo de aceptación de la opa. Y para que después el BBVA conozca el resultado de esta operación y si logra cerrarla con la aceptación necesaria para no tener que acudir a una segunda opa, que aunque no quiere, se ha reservado el derecho a hacer.

¿Otra opa en seis meses?

En el folleto, no obstante, el banco también habla de un escenario todavía muy remoto pero no imposible. Y es que, si el BBVA no logra la aceptación mínima y la opa queda sin efecto, podría lanzar una nueva opa medio año después. “En el caso de que la oferta quedara sin efecto por no haberse cumplido la condición de aceptación mínima, BBVA y su equipo directivo no podrán promover otra oferta pública de adquisición de acciones de Banco Sabadell hasta una vez transcurridos seis meses desde la fecha en que quede sin efecto la oferta”.

El BBVA ya ha intentado una fusión amistosa con el Sabadell dos veces, en noviembre del 2020 y en abril del 2024, sin éxito. Después lanzó una opa hostil. Si no logra cerrar esta operación sería su tercer fracaso en cinco años.