Manuel Azuaga comunicó hace una semana su cese como presidente de Unicaja. El malagueño tomaba esta decisión tras una larga trayectoria profesional y después de haber dado por finalizada la fusión con Liberbank y la crisis de gobernanza que ha atravesado el banco en los últimos dos años. Pero su salida no le desvinculará del sector financiero, al menos no en el corto plazo, ya que podrá seguir en el consejo de administración de CECA dos años más.

Su caso no es habitual. Para formar parte del consejo de administración de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) -la asociación que representa a Unicaja, además de CaixaBank, Abanca o Kutxabank, en total, a diez entidades y ocho fundaciones bancarias- se debe tener un cargo en un banco asociado o en una fundación bancaria.

Por este motivo, Braulio Medel, que fue presidente de la Fundación Unicaja hasta el pasado 2022, perdió su condición de vicepresidente de CECA cuando dimitió. Y también Gregorio Villalabeitia (que compartía esta vicepresidencia) cuando cesó como presidente de Kutxabank. A diferencia de estos casos, Manuel Azuaga está blindado porque además es presidente de Cecabank, un cargo que asume desde 2018.

El banquero tiene mandato hasta el año 2025 y puede conservarlo porque (al contrario de lo que ocurre en CECA) el presidente de Cecabank no es dominical y puede ser externo. Es decir, no tiene que estar en la primera línea de un banco. Y mantenerse en la presidencia de Cecabank (aunque ya no ejerza la de Unicaja) le permite a su vez formar parte del consejo de CECA, porque este banco figura también entre los diez asociados.

Hay que recordar que CECA segregó en 2012 su actividad como asociación, de la actividad bancaria. Y el capital de Cecabank (ahora un banco mayorista) quedó distribuido en un 89% para la propia CECA y otro 11% entre distintas entidades bancarias. El banco, que no ofrece servicios a particulares, tiene como actividad principal el negocio de Securities Services (de depositaría) tanto en España como en Portugal, la tesorería (son creadores de deuda pública española) y los servicios de pagos, como Redsys, la protagonista en los últimos días de caídas en TPV, tarjetas o cajeros.

Por otra parte, y según explican fuentes financieras, Manuel Azuaga también podrá continuar como Patrono de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS), una labor no retribuida, según refleja Unicaja en su última memoria anual. Si se remuneran los otros dos cargos. Por ser miembro del consejo de CECA y asistir a las reuniones, recibió en el último ejercicio unos 14.000 euros. Y en Cecabank, la remuneración media de los consejeros rozó los 35.000 euros. 

El relevo de Azuaga en Unicaja tardará meses

La salida de Manuel Azuaga de Unicaja no será inmediata. Tal y como explicó la entidad en la comunicación remitida al regulador de los mercados, la CNMV, surtirá efecto cuando tenga luz verde del Banco Central Europeo y cuando el banco designe a un nuevo presidente. La andaluza ha puesto en marcha un plan de sucesión para el que ha contratado a un experto independiente y todavía puede dilatarse todavía unos meses, según estas fuentes.

El banquero llevaba siete años en la presidencia, pero ha estado en Unicaja desde su constitución en el año 2011, y también en las entidades que lo precedieron. En concreto, llevaba ligado al banco desde 1986. Azuaga, de 74 años, renovó como presidente de Unicaja en 2022 por un periodo de tres años, por lo que podría haber seguido en el banco hasta 2025. Sin embargo, el malagueño dio su palabra al BCE en 2021, en el contexto de la fusión con Liberbank, de que en el plazo de dos años desde la operación, es decir, este 2023, el consejo de administración de Unicaja modificaría el modelo de gobernanza, de tal manera que el presidente dejaría sus funciones ejecutivas.

Bajo esta promesa, Azuaga anunció en septiembre que dejaba sus funciones ejecutivas y pasó a ser presidente, pero en calidad de "externo". Y el nuevo consejero delegado, Isidro Rubiales, asumió todo el poder. Hasta que ahora ha decidido salir de manera definitiva del banco con sede en Málaga, que se ha erigido como el quinto más grande del país tras la fusión con Liberbank.

CECA debe elegir o reelegir presidente

Isidre Fainé, presidente de Fundación ‘La Caixa’, asume la presidencia de CECA desde 2010. Su última reelección, por seis años, fue en 2018, por lo que permanecerá en su cargo hasta el próximo 2024. De manera que l año que viene los miembros del consejo deberán decidir en junta si el catalán sigue manteniendo la presidencia, algo que podría ocurrir porque el cargo es prorrogable, o si eligen a un nuevo presidente.

La vicepresidencia se redujo en la última junta. Hasta 2022 la compartían José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de CaixaBank; Braulio Medel, que entonces era presidente de la Fundación Unicaja; y Gregorio Villalabeitia, que ejercía como presidente de Kutxabank.

Peso el cese de Medel (por la crisis de gobernanza de la Fundación Unicaja) y la salida de Villalabeitia (porque Kutxabank nombró a Antón Arriola presidente) llevó a CECA a reducir la vicepresidencia a una persona frente a las tres que la compartían el año pasado o las cuatro de un año más. Goirigolzarri es ahora el único vicepresidente de CECA.