Los trenes de alta velocidad aumentarán su velocidad de 300 kilómetros por hora a 350, según ha anunciado este lunes el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. Esta velocidad es tan solo comparable a los trenes de alta velocidad chinos. Este cambio empezará en el trayecto Barcelona-Madrid, donde en breve empezarán obras de renovación para adaptarlo. Y conseguirá que un trayecto que ahora dura dos horas y media o más pase a durar menos de dos horas. Además, se abrirá un trayecto directo entre Barcelona y Chamartín, sin pasar por Atocha. Ni Puente ni el comunicado del ministerio han aclarado si este trayecto sustituirá al de Atocha o si convivirán.
El anuncio, realizado en el contexto de los Desayunos informativos de Europa Press, coincide con la aprobación de la ley de Movilidad Sostenible, aprobada el pasado viernes y que prevé que se eliminen los trayectos de avión con alternativa en tren de menos de dos horas y media. A medida que esta velocidad se amplíe a otros trayectos como Madrid-Sevilla o Madrid-Granada, podrían fomentar la desaparición de vuelos, si bien la ley no deja muy claro que realmente se vayan a acabar eliminando, ya que la ley condiciona el cierre de vuelos a las conexiones internacionales que ofrecen los aeropuertos.
La apuesta ferroviaria y por la alta velocidad, en cualquier caso, es firme en España y en Europa. Este lunes arranca, ha dicho Puente, una inversión de 60.000 millones de euros en los próximos cuatro años entre carreteras, puertos y aeropuertos. En esta inversión se incluyen también traviesas aerodinámicas que reducen en un 21% la carga aerodinámica que generan los trenes a su paso por las vías.
"Permite una velocidad un 12% superior con la misma carga aerodinámica y esto hace que una velocidad de 330 kilómetros por hora con esta aerotraviesa, en términos reales, equivalga con las condiciones actuales a una velocidad de 370 kilómetros por hora si colocamos esa traviesa", ha dicho Puente.
El ministro ha anunciado también la creación de una nueva estación de alta velocidad en Parla para evitar entrar a Madrid si no es necesario en las conexiones entre Barcelona y Andalucía.
La apuesta por la alta velocidad española coincide con un plan europeo para reforzarla, de forma que pueda haber más alternativas a los vuelos y, por tanto, se reduzca la huella ambiental, ya que los trenes son eléctricos y contaminan mucho menos que los aviones, que aún buscan su camino hacia la descarbonización. La Unión Europea anunció recientemente un ambicioso plan que incorporaba un AVE de Madrid a Lisboa en tres horas y otro de Madrid a París sin escalas en seis horas. Las reducciones de tiempo entre Berlín y Copehague, Tallin y Riga, Sofia y Atenas y Budapest y Bucarest son otras de las medidas planeadas.
