La compañía de hemoderivados Grifols ha recibido la certificación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para su operativa en Egipto. De esta forma, la autoridad responsable de la seguridad de los medicamentos en la Unión Europea ha avalado que toda la plataforma de plasma de Grifols Egypt opera bajo los estándares europeos de calidad, seguridad y control regulatorio. Esto abre la puerta a Grifols para que pueda exportar plasma desde Egipto a otros mercados, incluido el europeo.

En un comunicado, Grifols destaca que este reconocimiento sitúa a Egipto como el primer país de África y Oriente Medio en operar un sistema de obtención y transformación de plasma totalmente integrado que “cumple con los estándares internacionales más estrictos” en todo el ciclo, desde la evaluación médica de los donantes, donación, análisis, transformación del plasma y suministro de medicamentos derivados del plasma a los pacientes. Añaden que este hito facilita al país a avanzar hacia la exportación del excedente de medicinas derivadas del plasma egipcio a otros mercados, en particular, Europa.

Tomás Dagá, vicepresidente de Grifols Egypt y miembro de la Comisión de Estrategia de Grifols, ha indicado que “esta certificación confirma la calidad y el rigor del trabajo desarrollado por los equipos implicados estos cinco años para crear la primera plataforma integrada del plasma de África y alinearla con los estándares internacionales de calidad y seguridad más exigentes. La certificación de la EMA de Grifols Egypt garantiza que las medicinas obtenidas de este plasma puedan destinarse a mercados que las necesiten, una vez se cubran las necesidades nacionales de Egipto”.

Dagá añade que “con el sello de calidad y seguridad de Grifols y la certificación de las autoridades europeas, Egipto se encuentra en una posición privilegiada para convertirse en un agente fundamental de la industria farmacéutica internacional, apuntalado por un proyecto industrial, creación de empleo local cualificado, generación de conocimiento local y abastecimiento de las necesidades sanitarias nacionales. Grifols tiene un compromiso de largo plazo con Egipto y su salud pública y trabajará para seguir garantizando el suministro estable de medicamentos esenciales, que ya es una realidad”.

Tomás Dagá
Tomás Dagá, vicepresidente de Grifols Egypt y miembro de la Comisión de Estrategia de Grifols / Cedida

Esta aprobación llega después de que Egipto anunciara que había alcanzado la autosuficiencia del 100% en hemoderivados gracias a Grifols, lo que lo ha convertido en el sexto país del mundo capaz de autoabastecerse de medicamentos derivados de plasma nacional, por detrás de EEUU, Alemania, Austria, República Checa y Hungría. Esto permitirá a Egipto posicionarse como hub regional para abastecer la región de África y Oriente Medio con el excedente de productos hemoderivados.

Los hemoderivados están identificados por la propia Agencia Europea del Medicamento (EMA) como medicamentos críticos e imprescindibles para tratar enfermedades graves, crónicas y potencialmente mortales, sin tratamientos alternativos.

Actualmente, el 65% del plasma utilizado a nivel mundial para fabricar medicamentos procede de Estados Unidos, país del que Europa importa cerca del 40% del plasma que necesita. Esta fuerte dependencia externa evidencia la vulnerabilidad del sistema ante posibles interrupciones en el suministro. La certificación de la EMA al proyecto de Grifols Egypt tiene una “relevancia estratégica: posiciona a Egipto, de la mano de Grifols, como nuevo polo sanitario capaz de contribuir a reforzar la seguridad del suministro de plasma en Europa”.

Con una inversión conjunta de 280 millones de euros y un enfoque centrado en educación, transferencia de conocimiento y empleo cualificado, en el comunicado indican que la alianza público-privada entre Grifols y el Gobierno de Egipto “ha permitido crear, en tiempo récord, el primer ecosistema integral de plasma de África y uno de los más avanzados del mundo”.

Con 16 centros de donación, y cuatro más previstos en 2026, un laboratorio de análisis de última generación y un centro logístico integral que garantiza trazabilidad en toda la cadena, el país ha logrado por primera vez la autosuficiencia clínica en inmunoglobulinas, albúmina y factores de coagulación. La futura planta de procesamiento, cuya primera fase entrará en funcionamiento en 2026, completará la cadena de valor dentro del propio territorio, evitando la dependencia del mercado internacional y ampliando las opciones terapéuticas para pacientes con enfermedades crónicas y raras.