La Unión Europea no responderá inmediatamente a los aranceles de Trump. Según ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mantendrá las medidas en suspenso con el fin de "seguir negociando" con el presidente de los Estados Unidos hasta el día 1 de agosto, fecha en la cual entran en vigor las nuevas medidas anunciadas por los Estados Unidos. A partir de entonces, si no se llega a un acuerdo, todas las importaciones europeas a la potencia norteamericana paguen un 30% de su precio.

"Los Estados Unidos nos han enviado una carta con medidas que entrarán en vigor a menos que haya una solución negociada. Por lo tanto, también prorrogamos la suspensión de nuestras medidas hasta agosto", ha dicho Von der Leyen en una rueda de prensa en Bruselas.

Los embajadores comerciales de los 27 Estados miembros de la Unión Europea mantienen este mismo domingo una reunión extraordinaria para abordar la respuesta a las restricciones comerciales del mandatario norteamericano. El lunes se celebra otro consejo extraordinario no solo para responder a las medidas, sino también para buscar acercamientos a socios "fiables".

El mensaje de Von der Leyen el sábado recibió el apoyo de los principales líderes europeos, tanto en España por Pedro Sánchez como Francia por Emmanuel Macron, como también por parte de Italia o Países Bajos. El punto europeo es no responder inmediatamente, sino confiar en el avance de las negociaciones, pero al mismo tiempo alertar de "contramedidas proporcionadas" en caso de que no se llegue a un acuerdo. Esta respuesta, así pues, se hará esperar, y sobre ella ya cierne la amenaza de Trump de incrementar los aranceles, sumando el porcentaje tarifario de la respuesta al 30% ya anunciado. Es decir, si la Unión Europea responde con aranceles del 40%, los Estados Unidos sumarán este 40% al 30% ya anunciado, y así con cualquiera que sea la cifra escogida como respuesta.

"Siempre hemos sido muy claros respecto a que queremos una solución negociada. Este es todavía el caso y utilizaremos el tiempo que tenemos ahora", ha dicho Von der Leyen, que, sin embargo, ha asegurado que los europeos están "preparados para responder con contramedidas". "Nos hemos preparado para hacerlo y podemos responder con contramedidas si es necesario. En cuanto al enfoque de doble vía está funcionando, porque estamos preparados", ha dicho.

Mientras tanto, más allá de los aranceles particulares sobre los países, los productos europeos también tienen que asumir los aranceles activos del 25% sobre el automóvil, del 50% sobre el acero y el aluminio y el 10% europeo por ahora vigente de manera provisional.

El primer paquete de contramedidas que la Unión Europea tiene en suspenso es de 21.000 millones de compras en los Estados Unidos, congeladas hasta julio por la primera prórroga de los Estados Unidos y que presumiblemente tiene que volver a ser prorrogada hasta agosto.

Un segundo paquete de medidas sube hasta los 100.000 millones de euros en importaciones de los Estados Unidos. Y una tercera opción es un mecanismo todavía sin estrenar, que se trata de activar mecanismos contra la coerción que podrían consistir, por ejemplo, al pedir unos estándares más elevados para entrar en la Unión Europea a los productos de determinados países.