En los últimos días del año, los contribuyentes suelen buscar algunas inversiones que les permita ahorrar en la declaración de la renta y pagar menos cuando empiece la campaña, habitualmente en abril del próximo año. En general, los particulares optan por meter dinero en planes de pensiones, realizan donaciones a ONG, asociaciones culturales o partidos políticos. Ya que todo ello desgrava.
Los autónomos también pueden ahorrar y reducir su factura final con Hacienda cuando en 2026 les toque rendir cuentas, explican desde Declarando, una empresa de software especializada en la facturación y ahorro de impuestos, desde donde han elaborado una guía con recomendaciones para los trabajadores por cuenta propia.
“Los últimos meses del año son clave para tomar decisiones que pueden suponer diferencias importantes en la declaración del próximo año”, explica Marta Zaragozá, CEO de Declarando. “Realizar una previsión de lo que se va a pagar, revisar tramos de IRPF y contabilizar todos los gastos deducibles a tiempo permite a los autónomos ahorrar y evitar errores habituales ante Hacienda”, añade.
El primer consejo es realizar una previsión de lo que se va a pagar en la Declaración de la Renta 2025, para tomar mejores decisiones financieras. En este sentido, recuerdan que los autónomos tienen a su disposición opciones de libre acceso, como el simulador de la Agencia Tributaria, que permite estimar el beneficio del ejercicio, así como las retenciones efectuadas a lo largo del año.
El segundo consejo es controlar el tramo del IRPF. Al tratarse de un impuesto progresivo, cualquier ingreso adicional que suponga saltar de tramo incrementará el importe a pagar. Y dependiendo de la situación de cada autónomo, puede ser conveniente retrasar la emisión de las últimas facturas del año hasta enero o posponer nuevos encargos hasta 2026. De igual manera, puede ser interesante anticipar gastos o inversiones –como equipos informáticos o vehículos profesionales– para compensar ingresos y reducir la base imponible.
Lo siguiente es realizar ajustes a través de productos financieros. Para no rebasar un tramo de IRPF más alto, los autónomos pueden realizar ajustes mediante productos financieros. Entre las opciones disponibles se encuentran la amortización de hipotecas, la contratación de seguros médicos o de responsabilidad civil y la planificación de la jubilación a través de aportaciones a sistemas de previsión social.
Por otra parte, los de Declarando destacan que una forma directa de reducir el importe final a pagar consiste en revisar y contabilizar todos los gastos deducibles asociados a la actividad. Gastos como bienes de inversión para incluir la amortización de aquellos que se tenga registrados de años anteriores; reparaciones; adquisición de vehículos para uso profesional o gastos de atención a clientes y proveedores.
Para aquellos autónomos que hayan obtenido ganancias patrimoniales, por ejemplo, por la venta de acciones o inmuebles, puede resultar fiscalmente eficiente generar o aflorar pérdidas patrimoniales antes de finalizar el ejercicio, dado que la normativa permite su compensación dentro de la base del ahorro.
Por último, los autónomos puedan prestar atención a las deducciones por adquisición de vehículos eléctricos y por instalación de puntos de recarga, aplicables hasta el 31 de diciembre de 2025, incluso cuando no estén afectos a la actividad, siempre que se cumplan los requisitos legales.
Además, Declarando recuerda la importancia de revisar las deducciones autonómicas (guarderías, gastos escolares, alquiler, familia numerosa, etc.), que pueden tener un impacto relevante en la cuota líquida de los autónomos y que varían significativamente según la Comunidad Autónoma de residencia.
