¿Hay diferencias entre jubilarse a finales o a principios de año? El Instituto BBVA de pensiones señala que la respuesta dependerá de las circunstancias de cada trabajador (bases y periodo de cotización acreditado, lagunas, edad…), aunque hay unos meses del año en los que jubilarse podría aportar una mejora. En concreto, señalan que es mejor retirarse en los últimos meses el año, que en los primeros por una doble explicación que tiene que ver con la inflación. Primero, porque según el Instituto de pensiones del banco, el último semestre del año hay unas alzas mayores de IPC, que aportará una mayor base de cálculo de la base reguladora con la que se calcula pensión, determina la pensión (que la misma sea algo mayor) y, por lo tanto, a la pensión.

Un segundo factor, también relacionado con la subida de los precios, es que si se adelanta la jubilación a finales de año, se cogerá la revalorización del año siguiente que, desde 2022, se liga con el IPC. El Gobierno determina la subida de las pensiones según la inflación media que se haya producido entre noviembre y noviembre del año anterior. Es decir, para la subida de 2024, se ha cogido el IPC medio entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023. Eso ha permitido que las pensiones suban un 3,8% este año, pero el anterior se elevaron un 8,4% y en 2022 el 2,5%.

Diciembre sobre enero

¿Qué supondría jubilarse en diciembre que en enero? En primer lugar, que al hacer el cálculo en la última parte del año, la base sale un poco más alta y, por tanto, la pensión se eleva. Además, si empezamos a cobrar la pensión en diciembre, se pillará la subida de enero. Por ejemplo, una trabajadora que se haya jubilado en diciembre con una pensión de 1.000 euros, en enero -y el resto de los meses del año-cobrará 1.025 euros, que por 14 pagas son 350 euros más al año. Y parece que las tensiones inflacionistas seguirán pesando en este y el siguiente año, con incrementos del IPC entre el 3% y el 2% para 2024 y 2025.

Aquellas trabajadoras que hayan cumplido con los requisitos legales de edad y años cotizados, tienen la opción de elegir cuando empezará a cobrar la pensión, entre los tres meses anteriores y los tres posteriores al día que ha presentado su solicitud, o que empiece a surtir efecto con esa fecha. No obstante, según aclaran en el Instituto BBVA de pensiones, se está en alta en la Seguridad Social (en el régimen común, las asalariadas y el RETA para las autónomas), “la pensión se entenderá causada el día de la baja en el régimen correspondiente como consecuencia del cese en el trabajo”.

Antes de elegir el mes

Pero antes de tomar una decisión sobre en qué mes solicitar la jubilación y tramitar la solicitud, en BBVA recomiendan seguir los siguientes pasos:

Lo primero, obtener una estimación de pensión en el simulador en la web de la Seguridad Social, accediendo con sms, cl@ve pin, clave permanente, DNI electrónico o certificado digital. Aunque la propia Seguridad Social señala que la simulación no supone la pensión exacta, si se realiza con los datos reales de la vida laboral, que facilita la Seguridad Social, en el caso de cumplir la edad de jubilación, habrá pocas diferencias entre la pensión estimada y la que finalmente resulte.

Segundo, acudir en persona a las oficinas de la Tesorería de la Seguridad Social o realizando una consulta telefónica, para obtener una información más precisa. También se puede consultar a un gestor, o pedir cita previa para atención presencial o telefónica, siendo atendidos por uno de sus técnicos.

Cómo se calcula la pensión

La pensión viene determinada por las bases de cotización de los 25 años (300 meses) previos al día en que se solicite la baja laboral. Desde el Instituto BBVA explican que las bases de cotización de los últimos 24 meses se computan por su valor nominal, sin actualización. Sin embargo, para tomar una decisión del mes exacto de jubilación, recomiendan analizar las bases de cotización previas a esos últimos 24 meses, para conocer el impacto que ha podido tener la inflación, por ejemplo, en las bases de los meses 25 a 31. Aunque, advierten de que el impacto será moderado.

Otro aspecto que debe ser considerado a la hora de determinar la fecha para poner fin a la carrera laboral, es si por adelantarlo se incurre en un coeficiente reductor (en caso de jubilación anticipada) o en la bonificación adicional (en caso de jubilación demorada). BBVA explica que si se opta por la jubilación anticipada, hay que analizar muy bien la tabla de los coeficientes y de los meses de anticipo del retiro para evitar una excesiva penalización.

Finalmente, se debe conocer la vida laboral para no llevarse sorpresas, pues podría darse el caso de periodos en los que hay lagunas de cotización, bien porque se estuvo inactivo (si se está en desempleo, pero cobrando la prestación, el Sepe cotiza por el parado), o porque la empresa contratante no cotizó o lo hizo por debajo de lo que correspondía por salario. Y también, tener claro si se ha cotizado por el Régimen General con bases de cotización equivalentes a su salario, o si ha sido en el Régimen de Autónomos (RETA).