En el año 2022, el producto interior bruto (PIB) de Catalunya ha registrado un incremento anual de un 5,5%, según la estimación avanzada del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). Este dato refleja un segundo año consecutivo de recuperación, hecho que permite aproximar los niveles de actividad previos a la crisis derivada de la pandemia. El PIB en volumen del 2022 es un 1,5% inferior al del 2019, pero desde una óptica coyuntural, el cuarto trimestre del 2022 ya alcanza el nivel del periodo equivalente de 2019. El dato anual catalán (5,5%) se sitúa un punto y nueve décimas por encima de la primera estimación del PIB de la UE-27 (3,6%) y es igual al avance del PIB de la economía española (5,5%).

Por encima de la media española interanual

Este dato va en paralelo a que en Catalunya la economía ha crecido el año 2022 ligeramente por encima de la media estatal durante el cuarto trimestre del 2022, aumento que se situaría en el 2,8-3,0% en términos interanuales (2,7% en España). Eso se explica, sobre todo, por el comportamiento experimentado por la industria y los servicios, sectores que tienen un mayor peso específico a Catalunya, así como por la positiva marcha de las exportaciones, más importante relativamente que en España.

Por otra parte, el cuarto trimestre del 2022 muestra una tasa interanual del 3,3%, seis décimas superior a la economía española (2,7%), y un punto y cinco décimas por encima de la UE-27 (1,8%). La variación intertrimestral del avance del PIB catalán el cuarto trimestre ha sido del 0,3%, una décima más que la registrada por la economía española (0,2%) y 3 décimas más que la UE‑27 (0,0%). La evolución económica del 2022 se tiene que valorar en el contexto internacional, marcado por un conjunto de factores interrelacionados que han condicionado el desarrollo de la actividad a lo largo de todo el año. Por una parte, el aumento generalizado de los precios agudizado por la evolución de los mercados energéticos y, de la otra, el progresivo aumento de las tasas de interés de los bancos centrales.

El crecimiento se concentra en los servicios

A pesar de esta coyuntura internacional, la economía catalana ha experimentado un crecimiento concentrado sobre todo en una evolución favorable de los servicios (8,0%) y en menor medida de la construcción (4,7%), que ha tenido una mejora notable respecto del año anterior. En cambio, la industria ha disminuido un 2,5%, la agricultura ha tenido un fuerte deterioro de la actividad (-13,7%). Pero, nuevamente, el mismo Colegio de Economistas de Catalunya alerta de que hay que estar atentos a los cambios: "Destacar dos aspectos, íntimamente relacionados, que resultan preocupantes en el contexto anterior y también reflejan los datos hechos públicos por el INE. Por una parte, la desaceleración que muestra el crecimiento de la productividad en la economía española a lo largo del 2022, hasta casi estancarse en el cuarto trimestre en comparación con el mismo periodo el año anterior. Eso se vuelve especialmente problemático si se piensa que el nivel de productividad interno es de por sí significativamente inferior al de otros países de nuestro entorno. Vinculado al anterior, y en sentido contrario, se tiene que apuntar la subida del coste laboral unitario, que aumenta un 3,2% en el último trimestre del ejercicio en relación al 2021. Un aumento que representa el incremento más importante a nivel interanual desde el principio del 2021, cosa que repercute, entre otros, en efectos de segunda ronda sobre la inflación".

En relación a los servicios, destaca la consolidación de la recuperación de muchas actividades que habían iniciado la reactivación el año 2021 como, por ejemplo, las ramas de los servicios profesionales, de telecomunicaciones y servicios informáticos y de actividades artísticas y también el mantenimiento de un crecimiento elevado en las actividades relacionadas con el turismo (hostelería, transporte aéreo o las agencias de viajes).

Con respecto a la industria, la reducción del valor añadido, de un -2,5%, está condicionada por la evolución negativa de la fabricación de vehículos de motor y el mantenimiento de una producción estable en las principales ramas industriales (alimentación y química). En cambio, destacan por su dinamismo la industria farmacéutica y la fabricación de maquinaria. Por su parte, el limitado peso y crecimiento de las actividades energéticas (refinación de petróleo y energía eléctrica) han impedido compensar el empeoramiento registrado en otras ramas como la metalurgia y la confección.

La tasa de variación interanual pincha en la industria y la agricultura

La tasa de variación interanual del cuarto trimestre del 2022 ha sido de un 3,3%, valor que muestra una desaceleración de la economía catalana de 1,7 puntos respecto del trimestre anterior. Por sectores, se observa que los servicios (5,5%) y la construcción (4,8%) mantienen elevadas tasas de crecimiento que contrastan con una evolución negativa de la agricultura (-14,8%) y la industria (-3,0%).

Los comportamientos son también ligeramente similares en los dos sectores anteriormente citados. El sector servicios registran una elevada tasa de crecimiento de un 5,5% interanual, pero de menos intensidad que el trimestre anterior (7,5%). Gran parte de las ramas de mercado alcanzan aumentos de actividad destacables, y entre las que más han contribuido a este buen comportamiento hay que mencionar las relativas al turismo, es decir, el transporte aéreo, la hostelería y restauración y las agencias de viajes. Asimismo, las actividades relacionadas con el comercio, el almacenaje, actividades profesionales e informáticas también mantienen un elevado dinamismo.

Con respecto a la industria registra una tasa interanual negativa del -3,0%, seis décimas inferior al trimestre anterior (-2,4%). Por ramas de actividad, destaca el buen comportamiento de la industria farmacéutica, que también ha sido una de las más relevantes en el conjunto del año. En cambio, las actividades energéticas muestran una evolución negativa, junto con la metalurgia, la industria textil y la fabricación de papel. Finalmente, la industria de la automoción mantiene una evolución positiva que contrasta con los limitados niveles de producción del primer semestre. Finalmente, el sector de la construcción también muestra una variación interanual relevante, del 4,8%, que contrasta con la agricultura, donde se registra una reducción de su valor añadido del ‑14,8%.