El precio del barril de Brent para entrega en agosto se desplomó este martes un 6,07%, hasta 67,14 dólares, en el mercado de futuros de Londres, empujado por el optimismo de los inversores por el alto el fuego entre Israel e Irán anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, perdió 4,34 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE) frente al cierre del lunes, cuando acabó en 71,48 dólares.
En la negociación de este martes se mantuvo la tendencia descendente, motivada por la entrada en vigor del alto el fuego propuesto por el presidente Trump, entre Israel e Irán después de doce días de hostilidades. Unos precios similares a los anteriores al ataque de Israel contra las instalaciones nucleares iraníes el 13 de junio. Un ataque al que han sucedido acciones bélicas por parte de ambos países con disparos de misiles durante 12 días, con la participación militar de Estados Unidos.
Una escalada que ha elevado el precio del petróleo hasta los 81 dólares el barril de Brent ante el temor al cierre del Estrecho de Ormuz por parte de Irán, que hubiese afectado al 30% del transporte del crudo mundial. El ajuste de este martes es la segunda parte del descenso a los 70 dólares de ayer lunes (algo más de un 7%) cuando se empezaba a dar por hecho el alto el fuego.
Los inversores descuentas que el conflicto, que puede durar, bajará de intensidad, lo que ha elevado el optimismo frente a los malos augurios de estos días atrás. Las bolsas han acogido con alivio el nuevo marco geopolítico con subidas generalizadas en todos los continentes.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, confirmó este martes que ha terminado esa 'guerra de 12 días', iniciada por Israel el 13 de junio con el apoyo de Estados Unidos.
El fin del conflicto elimina el riesgo de que Teherán bloquee el estrecho de Ormuz, una de las principales vías para el transporte de petróleo, lo que hubiera afectado al suministro. El mercado considera ahora que podrá haber incluso una sobreoferta de crudo, dado que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha empezado a incrementar su producción, tras un periodo de recortes, y persiste una demanda relativamente débil en China.