Las dos vicepresidentas, la primera, Nadia Calviño, y la segunda, Yolanda Díaz, han vuelto a tener diferencias respecto al salario mínimo interprofesional (SMI). Ayer arrancaba la negociación de la subida para el año próximo con una reunión entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales en la que el Gobierno de España se limitó a escuchar las proposiciones de los sindicatos en persona y de la CEOE a través de un documento. Pero el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, no llevó su propia oferta porque los dos ministerios, uno del PSOE y el otro de Unidas Podemos, no se han puesto de acuerdo en una cifra. De hecho, Calviño ya ha dejado una pista de en que banda se mueve, pues un informe de su Ministerio, que se utilizó dentro de la Comisión Asesora para el Análisis del SMI, habla de una incremento del 2,92%, o 29,2 euros, y 3,05%, 30,5 euros. Lejos de lo que se ha presentado en la mesa ayer por los agentes sociales y de lo que considera Trabajo.

Por de pronto, los empresarios aceptan que se produzca una subida el año próximo, algo que no ha sucedido en las últimas negociaciones del SMI. Pero la CEOE entiende que la fuerte inflación está suponiendo una dura carga para este colectivo de trabajadores por lo que ayer ofertaron un incremento de 40 euros, un 4% sobre los actuales 1.000 euros al mes por 14 pagas. Desde la patronal remarcaron que es superior a la subida salarial pactada en convenios, del 3%, y también por encima del 3,5% de los empleados públicos. De cualquier manera, muy lejos de la subidas que persiguen los sindicatos: entre el 8,2% y el 10% (de 1.082 a 1.100 euros al mes). Economía se ha quedado pues desfasado.

Pelea en el Gobierno

Una vez más, Díaz tendrá en frente a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, para sacar adelante la subida del SMI que tiene en mente. El departamento de Economía ha marcado su territorio con una propuesta velada recogida en el Informe de la Comisión Asesora para el análisis del SMI que el pasado lunes recibió la vicepresidenta segunda y que ha de servir como base para la negociación abierta este miércoles con los agentes sociales. En un informe elaborado por el Ministerio de Calviño para los trabajos de la comisión se establece que "el incremento necesario del SMI" es de 2,92%, es decir 29,2 euros hasta elevar el salario mínimo a 1.029,2 euros o, una segunda opción, de 30,5 euros, el 3,05%, hasta 1.035,5 euros al mes.

Una posición muy alejada de los 1.046 euros (4,6% de subida), la opción mínima de la horquilla propuesta por los expertos de la Comisión del SMI, que se e completa con tres opciones por encima: 1.054 euros (5,4%), 1.066 euros (6,6%) y la máxima 1.082 (8,2%). Pero con la oferta de ayer de la CEOE, de subir 40 euros, el 4%, los cálculos del Ministerio de Economía de Nadia Calviño se han quedado desfasados.

 

La comisión de expertos creada para la subida del SMI de 2021 y que ha mantenido su andadura está compuesta por economistas expertos en el mercado laboral más representantes de los sindicatos y las patronales, aunque estos últimos decidieron quedarse fuera. Pero además hay representantes de los dos principales ministerios económicos, el de Asuntos Económicos de Nadia Calviño (representado por Victor  Ausín, director general de Análisis Macroeconómico) y el de Hacienda de María Jesús Montero, representado por Cesar Veloso, vocal del Ministerio. Por supuesto, también hay uno del Ministerio de Trabajo, Manuel Lago, un asesor de la máxima confianza de la vicepresidenta Díaz.

Representantes de la Comisión aclaran a ON ECONOMIA que Victor Ausín no presentó una horquilla similar a la aprobada finalmente por la comisión. Se limitó a un cuadro con las propuestas de 1.029,2 y 1.030,5 euros, a diferencia de las cuatro opciones que recoge el Informe de los asesores. En este caso, se ofrece esta horquilla porque existen cuatro estadística que sirven para determinar el salario medio de España, base que se emplea para fijar sel SMI. La Carta de Derechos Sociales de la UE recomienda que el salario mínimo debe ser al menos el 60% del salario medio en cada país, una recomendación que el Gobierno de España se ha comprometido a cumplir a partir de 2022. No obstante, la metodología usada por el Ministerio de Economía para fijar el SMI de 2023 ha sido completamente diferente.

Los miembros de la Comisión consultados por este diario han quitado hierro a este descuelgue de Economía dentro de la comisión y recuerdan que el informe está suscrito por todos los miembros, incluido el Ministerio de Economía. Además, desde Trabajo señalan que Economía se ha quedado solo, pues el representante del Ministerio de Hacienda, César Veloso, se colocó del lado de la mayoría. La subida del SMI tiene una vertiente fiscal relevante, pues para evitar que este colectivo de trabajadores tuviesen que hacer la declaración de la Renta se ha elevado el mínimo exento de 14.000  euros en 2022 a 15.000 euros para 2023. Si la subida del SMI llegase a la banda alta de la horquilla, es decir, en un máximo de 1.082 euros por 14 meses, los trabajadores de SMI superaran ligeramente los 15.000 euros, concretamente 15.148 euros.

En un primer cálculo realizado por los expertos la subida máxima no estaba en 82 euros, sino en 77,5 euros, según explican las fuentes consultadas por ON ECONOMIA. Sin embargo, entendieron que la elevación del mínimo exento a 15.000 euros exigía una acomodación fiscal. De hecho, según el análisis de los expertos, de haberse mantenido en 14.000 euros, la subida del SMI propuesta habría tenido que ser mayor para compensar la obligación de los trabajadores con SMI de tributar en Renta al superar ese límite.

Incomprensible

Pero más allá de estas posiciones conciliadoras, el sentimiento en el Ministerio de Trabajo y de la propia ministra Díaz es de perplejidad y enfado indisimulado, porque Economía ha querido dejar constancia dentro del propio informe de que su propuesta de subida del SMI era muy inferior a la finalmente aprobada en la comisión de expertos. Por mucho que Economía lo haya querido presentar con un informe técnico de impecable factura (según los otros miembros de la comisión) que se argumenta en el efecto que los Ertes de 2020 tienen en los salarios actuales, lejos, pues, de la metodología usada de las cuatro estadísticas del salario medio.

Para dejar constancia, Economía pidió que se incluyese en el informe un anexo con el desarrollo de la metodología realizada por la Dirección General de Análisis Macreoeconómico del Ministerio de Asuntos Económicos y un cuadro explicativo en el que se recoge ese “incremento necesario del SMI” de 29,2 o 30,5 euros. La pelea entre Calviño y Díaz por la subida del SMI viene de largo. De hecho, en enero de 2021 la ministra socialista se impuso a la de Unidas Podemos y evitó que se produjese una subida en ese mes, aunque Pedro Sánchez aceptó un posible incremento en septiembre si el empleo llevaba buen ritmo, como así sucedió.