Ya se conocen los nueve países de la Unión Europea que son candidatos a entrar en recesión técnica este mismo año al haber registrado una caída en su producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre, según los datos que ha dado a conocer Eurostat este miércoles. No obstante, el conjunto la UE creció un 0,3% en el tercer trimestre. Si la economía de alguno de ellos volviese a ser negativa en el último trimestre del año entraría en una recesión técnica que se produce cuando un país acumula dos trimestres consecutivos con caídas. Algo que ya le ha sucedido a uno de los Estados miembros, Estonia, cuyo PIB ya fue negativo en el segundo trimestre y ha repetido en el tercero. De momento es el único de los Veintisiete que ya está en esta situación económica, aunque si se cumplen los pronósticos que manejan los expertos de la Comisión Europea (CE) habrá varios más.

En las previsiones de otoño dadas a conocer por la Comisión a mediados de noviembre se avanzó un negro panorama para el último trimestre del año, con un descenso de un 0,5% para el conjunto de la economía comunitaria, lo que supondrá que muchos países teñirán de rojo su economía con caídas del PIB. Por de pronto, los nueve candidatos a cerrar el año en recesión técnica son los que registraron descensos en este tercer trimestre: Estonia, Chipre, Eslovenia, Grecia, Croacia, Hungría, Finlandia, Países Bajos y Chequia. Previsiblemente la mayoría repetirá en el cuarto trimestre, pero habrá otros muchos que también registren descensos en su PIB si las previsiones de la CE no se equivocan. España se podría librar y cerrar en último trimestre del año creciendo aunque sea por una o dos décimas.

La parte positiva es que, según los economistas de la Unión Europea, el último trimestre de este año será el peor y los tres primeros meses del año, aunque malos, serán mejores. Así, la CE espera que la contracción de la actividad económica continúe en el primer trimestre del próximo año, pero en vez de una caída del 0,5% como se espera para el actual trimestre, en el siguiente el descenso se reducirá a un 0,1%. Pero ya lo advirtieron las autoridades comunitarias: "se espera que la UE y la zona del euro, y la mayoría de los Estados miembros, experimenten una recesión técnica este invierno. El crecimiento volvería en primavera, a medida que la inflación relaja progresivamente su control sobre la economía".

Una recuperación a medio gas, pues como dice el informe de la CE, "con fuertes vientos en contra que siguen frenando la demanda", la economía de la UE está preparada para manejar solo un crecimiento mediocre. Para 2023 en su conjunto, esta previsión proyecta un crecimiento del PIB tanto en la UE como en la zona del euro del 0,3%. España, mucho mejor, tiene un crecimiento previsto del 1%.

Deterioro económico patente

Un deterioro que ya es patente en los datos dados a conocer este martes por Eurostat, pues el tercer trimestre registra el menor crecimiento en términos trimestrales de los últimos cuatro, ya que en el segundo de 2022 el PIB de la eurozona aumentó un 0,8%, en el primero un 0,6% y en el cuarto del año pasado el 0,5%. En el conjunto de los 27, los tres trimestres anteriores crecieron un 0,7%, casi el doble que el 0,4% del tercero de 2022. En la parte positiva, si se excluye Países Bajos -la quinta economía de la Unión Europea- los grandes países no entrarían en recesión este año, pues Alemania dio un vuelco inesperado y creció en el tercer trimestre cuatro décimas, frente al 0,1% del trimestre anterior. Francia registró en los meses de verano un aumento del PIB del 0,2%; Italia del 0,5% y España, la cuarta economía de la UE, también el 0,2%. Pero algunos podrían entrar en recesión en primavera, entre ellos Alemania, supuestamente la economía comunitaria que más va a sufrir el próximo año, según la CE.

El consumo de los hogares sube el 0,9%

El consumo de los hogares subió en la eurozona un 0,9% en el tercer trimestre de 2022 y la formación bruta de capital (inversión) un 3,6%, por su parte el consumo público -la compra de productos y servicios por parte de las administraciones públicas- se elevó una décima tanto en la eurozona como la UE y el último competente que suma en el PIB, las exportaciones, aumentaron en el tercer trimestre un 1,7% en la eurozona, mientras que las importaciones se disparan el 4,3%. Así, sumados los tres componentes de la demanda interna (consumo de hogares, de administraciones públicas y la inversión) y la exportación, arrojan un crecimiento del 2,3% en el tercer trimestre. Sin embargo, el tirón de las importaciones ha restado un -2% en este tercer trimestre, dando como resultado el raquítico crecimiento del 0,3%.

Países con crecimientos del PIB

Dejando a un lado los nueve países que registraron caídas económicas en el tercer trimestre, entre los países con crecimientos Irlanda sigue en cabeza al anotarse el mayor crecimiento del PIB entre julio y septiembre (un 2,3%), seguido de Chipre, Malta y Rumanía (los tres un 1,3%). En términos anuales, el crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue del 2,3% en la eurozona y del 2,5% en la Unión Europea, muy alejado ya del incremento del 4,2% y 4,3%, que, respectivamente, registraron en el segundo trimestre de este año.

Respecto a los datos de empleo, Eurostat publica este miércoles que el número de personas con puesto de trabajo aumentó un 0,3% en los países de la moneda común y un 0,2% en la Unión Europea, también en relación con el trimestre anterior. En comparación con el tercer trimestre de 2021, el crecimiento fue del 1,8% en la zona euro y del 1,5% en los Veintisiete. En cambio, las horas trabajadas disminuyeron un -0,1% en el conjunto en la zona euro y un -0,3 % en la UE en comparación con el segundo trimestre, aunque en tasa anual registraron un incremento.

Un dato preocupante pues, a pesar de que en el tercer trimestre hubo más personas empleadas en la Unión Europea, trabajaron en conjunto menos horas que en el trimestre anterior. España es el país donde más crece el empleo en el tercer trimestre, un 1,4%, aunque las horas trabajadas se redujeron una décima, igual que la media de la zona euro. Sin embargo, en Chipre, país en el que el número de empleados creció un 1%, las horas trabajadas aumentaron un 0,9%, aunque en Malta, con un crecimiento del empleo también del 1%, las horas trabajadas se derrumbaron un 3,1%.