El sindicato Unió de Pagesos tiene en cuenta que la situación de sequía en Catalunya es extrema este año, "es la peor desde que hay registros" y considera que hacen falta medidas de restricción de agua, como algunas de las que ya están afectando a la agricultura, pero pide al Govern que las actuaciones que se implementen tengan en cuenta el conjunto de los sectores productivos del territorio. "Se tiene que garantizar el agua de boca para la población, aunque sea poniendo límites, para atenuar la falta de agua, pero no puede ser que haya sectores destinados a otras actividades económicas que no soporten parte de las restricciones que hace falta y habrá que aplicar", ha manifestado Joan Caball, Coordinador nacional del sindicato agrario Unió de Pagesos de Catalunya. Los campesinos argumentan que las actuaciones "se están improvisando y aplicando tarde y mal" e instan en el Govern a no posponer más "un plan para el agua que fije cuáles son las infraestructuras -naturaleza, ubicación, tecnología... - y la inversión que se tendrá que hacer para afrontar un problema que no es solo de presente, porque en el futuro la situación empeorará", ha añadido.

"Somos uno de los sectores económicos, no lo único, y ni mucho menos lo que consume más caudal de agua", ha manifestado Caball. "Dos terceras partes del suelo cultivado es de secano", ha dicho. "Todas las señales científicas que nos llegan determinan que se tiene que cambiar de modelo productivo, pero no solo el sector agrario, sino todo el tejido económico del país. Si solo cambiamos nosotros, la realidad del país no se modificará y no avanzaremos", ha remachado.

El sindicato es muy crítico con cómo se está encarando el tema dentro de la Taula Nacional de l'Aigua, teniendo en cuenta la situación actual y las previsiones del Cambio Climático, y temen que suceda como el 2008, que "una vez se resolvió el problema de la sequía no se siguió trabajando para afrontar el tema". "Vamos muy tarde", ha insistido Caball, y se tienen que tomar decisiones también en el corto plazo, porque "no llueve ni parece que lo hará". Además, la organización apunta que habría que ejecutar ya infraestructuras que puedan almacenar agua, cuando se producen fenómenos extremos, como fue hace dos años el temporal Glòria; poner los medios adecuados de suministro para que el regadío pueda hacerse de agua regenerada por medio de la depuración o de las desaladoras. "Los políticos no solo tienen que calentar sillas en el Parlamento o en el Govern, sino que tienen que tomar decisiones que no gustarán a todo el mundo", sin embargo, según Caball, sí que son necesarias para el conjunto de la sociedad.

Al mismo tiempo, cargan contra "aquellos especuladores" que levantan negocios con productos que no son de la tierra y piden a las administraciones y los intermediarios que fomenten los productos de proximidad y de temporada. También verían con mejores ojos la implantación de las infraestructuras para generar energías renovables "que son necesarias", pero que "se podría regular de forma que no se instalaran en superficies aptas para suelo agrario", porque "de la misma manera que el cultivo de la viña se está trasladando a terrenos altos, con terrazas, ¿por qué no hacer que las placas solares estén en lugares de altura?", se ha preguntado Caball durante un encuentro con medios de comunicación.

Sin embargo, desde el sindicato se versa alguna crítica hacia el mismo sector: "hay tierras que se dejan de cultivar y que con la aplicación de las nuevas tecnologías o el cambio de cultivo pueden ser productivas y rentables", y ha puesto de ejemplo el sector de los cereales o la fruta seca. En esta línea, ha pedido inversiones para hacer más eficiente el sistema de regadío y una gestión mejor de la disposición del agua, sobre todo en las zonas de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Unió de Pagesos reivindica que la preservación del uso agrícola de los suelos en Catalunya es necesaria para tener suficientes garantías de seguridad alimentaria, disminuyendo la importación y reduciendo la huella de carbono. Actualmente, el territorio solo puede autoproveer el 40,4% de la demanda. Entre las causas: la constante reducción de la superficie cultivada. Con los últimos datos de 2020, en Catalunya hay 0,10 hectáreas de tierra labrada por habitante, delante de las 0,50 de España o las 0,33 por término medio en la Unión Europea. Además, queda claro, que ha habido un incremento de la superficie forestal y una bajada de las hectáreas de cultivos, principalmente a causa del abandono de las superficies agrarias por baja producción y por los daños de la fauna.