Durante el mes de agosto, la Península Ibérica ha estado expuesta a sucesivas olas de calor que, en principio, podrían haber provocado un encarecimiento notable del precio mayorista de la electricidad. Sin embargo, lo ocurrido ha sido justo lo contrario: el coste de la luz se ha mantenido estable respecto a los valores registrados en julio y, de hecho, se ha convertido en el agosto más barato desde el año 2020, según los datos históricos.
En cifras concretas, el precio medio del megavatio hora (MWh) se situó en 68,45 euros, una cantidad considerablemente inferior a los 91,05 euros registrados en agosto de 2023. El año pasado, el mercado eléctrico estuvo muy condicionado por el elevado coste del gas natural, una materia prima imprescindible para los ciclos combinados de generación eléctrica. Ese incremento del gas se trasladó directamente al denominado pool eléctrico, que es el mercado en el que se fija el precio mayorista de la electricidad.
Si se comparan los últimos ejercicios, la diferencia resulta aún más llamativa: en 2022, en plena crisis energética originada por la invasión rusa de Ucrania, el precio medio de la electricidad alcanzó los 308,6 euros/MWh, un máximo histórico que puso en jaque a hogares, empresas y administraciones públicas. Un año antes, en 2021, el precio medio ya había escalado hasta los 105,94 euros, mientras que en 2023 se situó en torno a los 96,04 euros/MWh. El contraste con los valores de este verano es, por tanto, más que evidente.
En condiciones normales, el periodo estival suele caracterizarse por una menor producción hidráulica y eólica, debido a la sequía y a la falta de viento. Esa situación obliga a recurrir en mayor medida al gas natural, lo que tiende a encarecer la electricidad.
Además, el verano también trae consigo un repunte en la demanda por la intensa actividad turística y por el aumento del uso de aire acondicionado, lo que contribuye a que los precios medios sean más elevados que en primavera. Sirva como ejemplo que en mayo el precio medio fue de 16,9 euros/MWh, en abril de 26,81 euros, y en marzo, todavía con más consumo por la calefacción, alcanzó los 53,03 euros/MWh.
Este año, sin embargo, la situación ha sido diferente. A pesar del calor y del repunte en el consumo, las energías renovables, en especial la solar fotovoltaica y la eólica, han tenido un peso significativo en el mix energético, lo que ha permitido contener los precios. Tanto es así que en todo agosto únicamente se superó la barrera de los 100 euros en una jornada, el miércoles 13, cuando el MWh alcanzó los 101,2 euros.
En contraste, el valor más bajo se registró el domingo 3, con apenas 29,88 euros, cerrando finalmente el mes en 37,3 euros/MWh. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) se subraya, además, que la situación del mercado eléctrico mantiene cierta estabilidad para los hogares acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). De acuerdo con el comparador de tarifas de la CNMC, los precios actuales son incluso inferiores a los que se vieron en los meses de invierno.
El Ministerio también recuerda que, tras el apagón eléctrico del pasado 28 de abril, se introdujo un refuerzo en el sistema mediante restricciones técnicas que, si bien repercuten en los consumidores, suponen solamente una fracción mínima del coste total de los servicios de ajuste. Asimismo, las autoridades aclaran que aquellos consumidores que están en el mercado libre, con contratos a precio fijo y revisión anual, no han sufrido ni notarán cambios en sus facturas.
Por último, el Miteco apunta que este mecanismo de refuerzo desaparecerá una vez que Red Eléctrica de España cuente con tecnologías suficientes para garantizar un mejor control de la tensión. En ese escenario, se reducirá también la dependencia de tecnologías más costosas, en línea con la normativa aprobada por la CNMC, lo que supondrá un sistema eléctrico más seguro, eficiente y asequible para todos los usuarios.