Profesores, médicos, policías, bomberos… Los funcionarios tienen una cosa asegurada: la estabilidad laboral. Las personas que trabajan para la administración pública tienen una mayor protección contra el despido y disfrutan de una mayor seguridad en comparación con los empleados del sector privado.
También tienen otras ventajas como horarios regulados, más vacaciones, protección frente a la jubilación o mejores condiciones en las hipotecas. Por eso, estudiar una oposición y ser funcionario es una opción laboral que muchos consideran atractiva. Sin embargo, como en cualquier ocupación, existen ventajas y desventajas asociadas a esta profesión.
Desde EAE Business School destacan que la mayor ventaja del funcionariado en España es la estabilidad laboral que ofrece. Pero también, que tienen acceso a un sistema de seguridad social y pensiones bien establecido. Lo que garantiza una protección social adecuada y una pensión digna al momento de la jubilación.
Sus salarios, además, son muy competitivos. En general, los salarios de los funcionarios en España son atractivos en comparación con otros sectores. Y suelen estar sujetos a aumentos regulares y progresión en la carrera (sobre todo por antigüedad, que se acumula a través de trienios).
Los horarios de trabajo están regulados, lo que les permite una mayor conciliación entre la vida laboral y personal. Además, los trabajadores del sector público tienen derecho a vacaciones y permisos remunerados establecidos por ley, que suelen ser más que en la empresa privada. En concreto, 22 días hábiles de vacaciones al año como base, a los que se suman 6 días de asuntos propios (llamados “moscosos”) y días adicionales por antigüedad a partir de los 15 años de servicio.
A su vez, los funcionarios tienen la oportunidad de avanzar en sus carreras mediante promociones internas y acceso a programas de desarrollo profesional. Esto les brinda la posibilidad de crecimiento y mejora de sus habilidades a lo largo del tiempo. Por ejemplo, se puede ascender a Sargento dentro de la Guardia Civil.
Otra de las ventajas son las hipotecas para funcionarios, que suelen ofrecen tipos de interés más bajos, una mayor financiación (a veces hasta el 100%), plazos de amortización más largos y comisiones reducidas o inexistentes, porque los bancos saben que tienen mayor estabilidad laboral.
En cuanto a las desventajas, apuntan desde la escuela de negocios EAE, está la menor flexibilidad en términos de horarios y ubicación de trabajo. Esto puede ser una limitación para aquellos que buscan un mayor control sobre su tiempo y lugar de trabajo. También, la dependencia del presupuesto público para el mantenimiento de sus puestos de trabajo y beneficios, que en momentos de crisis económica o recortes presupuestarios, pueden enfrentar incertidumbre y posibles reducciones en sus condiciones laborales.
Por otra parte, los funcionarios pueden experimentar una falta de motivación debido a la percepción de que el progreso y el rendimiento individual no se valoran tanto como en el sector privado. Y finalmente, las limitaciones de movilidad. Aunque hay oportunidades para la promoción interna, algunos funcionarios pueden sentir limitaciones en términos de movilidad geográfica o cambio de área de trabajo. Esto puede ser relevante para aquellos que desean explorar nuevas ubicaciones o desafíos profesionales.