En una decisión de amplias repercusiones políticas y económicas, una jueza federal ha bloqueado, de manera inmediata, la orden ejecutiva del presidente Donald Trump para destituir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook. El fallo judicial representa un contundente revés para la estrategia de Trump de remodelar a su favor la política monetaria del país. La magistrada Jia Cobb, del Distrito de Columbia, ha concedido una medida cautelar solicitada por la defensa de Cook, argumentando que la administración Trump no ha demostrado una "causa justificada" para la remoción, tal como exige la ley que regula la Reserva Federal.
La jueza subraya en su escrito que las acusaciones de "falsificación de documentos hipotecarios" –el supuesto fundamento del despido– se relacionan con un trámite personal de la economista realizado en 2021, un año antes de que fuera confirmada en el cargo por el Senado tras ser nominada por el entonces presidente Joe Biden.
"La administración no ha presentado pruebas que vinculen las acciones privadas de la demandante, previas a su nombramiento, con su capacidad o conducta en el desempeño de sus funciones como gobernadora", puede leerse en el documento de 15 páginas. La jueza Cobb añade que el procedimiento del Departamento de Justicia de Trump "violó los principios básicos del debido proceso" al negarle a Cook la oportunidad de una defensa adecuada.
El intento de destitución ha sido interpretado por analistas y por la propia defensa de Cook como un movimiento político. Abogados de la gobernadora alegan que la medida busca vaciar un puesto clave dentro del máximo órgano de política económica de la nación para llenarlo con un aliado del expresidente, con el fin declarado de presionar para recortes agresivos en las tasas de interés. Este pulso sitúa a la Reserva Federal, una institución diseñada para operar de forma independiente y ajena a los vaivenes políticos, en el centro de la campaña electoral. La permanencia de Cook, una destacada economista especializada en mercados laborales y desigualdad, es vista como crucial para mantener el curso actual de la política monetaria.
La orden judicial es de carácter temporal. Su función es mantener el statu quo –es decir, mantener a Lisa Cook en su puesto– mientras se celebra un proceso judicial completo que decidirá sobre el fondo del asunto. Se espera que el litigio se prolongue durante semanas, y es altamente probable que la parte perdedora apele la decisión final, llevando el caso a instancias superiores.
La Casa Blanca, por su parte, ha elogiado la decisión de la jueza Cobb, calificándola de "victoria para la independencia de la Reserva Federal y para la estabilidad económica de las familias estadounidenses". Desde el equipo de Trump no se han hecho comentarios oficiales, aunque asesores cercanos han tachado el fallo de "activismo judicial". El resultado final de esta batalla legal podría sentar un precedente crucial sobre los límites del poder presidencial para intervenir en los organismos reguladores independientes y moldear la economía según su agenda.