El índice de precios al consumo bajo en noviembre un 3,2%, lo que supone 3 décimas menos que los dos meses anteriores de octubre y septiembre, que se colocó en el 3,5% y, en términos mensuales, los precios descendieron un 0,4% respecto al mes de octubre. La inflación subyacente, que mide la evolución de los precios descontando los alimentos frescos y los productos energéticos, mucho más volátiles, continúa la senda de descenso y cae al 4,5% en términos anuales, respecto al 5,2% del mes de octubre. En términos mensuales, la subyacente asciende un 0,1%. Los expertos esperaban que la inflación de noviembre subiese ligeramente o repitiese los datos de octubre.

 

El descenso es debido, principalmente, a las bajadas de los precios de los carburantes (un 3,5% en la gasolina súper de 95 y un 8,4% en el diésel, según los datos de Eurostat referido a los 20 primeros días del mes de noviembre) y los paquetes turísticos, mayores que las registradas en el mismo mes de 2022. También influye que el aumento de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas es menor que en noviembre del año anterior. En sentido contrario, destaca el descenso de los precios de la electricidad, menor que en noviembre de 2022. La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye siete décimas, hasta el 4,5%.

La variación de la inflación de noviembre es especialmente relevante porque marca la subida de las pensiones del año siguiente, que para 2024 será del 3,77%. En el mes de noviembre, la tasa de variación anual estimada del IPCA se sitúa en el 3,2%, tres décimas por debajo de la registrada el mes anterior. Por su parte, la variación mensual estimada del IPCA es del –0,6%. Habrá que esperar al 14 de diciembre para conocer los datos definitivos, pues los publicados este miércoles supone un avance del cierre de noviembre. No obstante, no suele haber mucha diferencia entre el avance y el definitivo.