La jueza que instruye el caso de las fundaciones Cellex y Mir Puig investiga a los tres ejecutores testamentarios del empresario químico y mecenas científico Pere Mir. Se trata del oncólogo Josep Tabernero, Jordi Segarra y Juan Francisco Capellas, que tienen la condición de investigados, tal como ha adelantado La Vanguardia.
A Tabernero, Segarra y Capellas se los investiga por los presuntos delitos de administración desleal y apropiación indebida. La jueza también ordenó la detención de los tres mientras se ejecutaba el registro de sus domicilios, según avanza también el diario Crónica Global y también ha podido saber la ACN. La detención, sin embargo, se hizo mientras duraba el registro y posteriormente no pasaron a disposición judicial.
El oncólogo Josep Tabernero es el director del Instituto de Oncología Vall d'Hebrón (VHIO), mientras que Jordi Segarra consta como presidente de los patronatos de las fundaciones Cellex y Mir Puig. Este jueves, sin embargo, trascendió que la autoridad judicial había determinado el cese de los patrones de las dos fundaciones y de los administradores de las sociedades mercantiles.
Por mandato judicial, el Departamento de Justicia y Calidad Democrática ha asumido el control de las dos fundaciones científicas. El Juzgado de Instrucción número 12 de Barcelona las investiga junto con cuatro empresas que están asociadas, Simex, Mil Veinte, Sociedad Anónima de Intereses y José Pàmies.
Origen de la investigación
El origen de las investigaciones están relacionadas con Àngel Surroca, quien fue consejero delegado y administrador único de la empresa Derivados Forestales, perteneciente a Mir Puig. El ejecutivo, y a la vez hombre muy próximo a Mir, denunció el posible desvío de fondo desde las dos fundaciones. Ambas fundaciones fueron creadas por Pere Mir, que murió el año 2017. El empresario químico y mecenas científico creó la Fundación Privada Cellex el año 2002 y la entidad ha financiado desde entonces proyectos como el Instituto de Ciencias Fotónicas, el Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Barcelona, el Instituto de Investigaciones Biomédicas Augusto Pi i Sunyer (Idibaps), el Vall d'Hebrón Instituto de Oncología o el programa CIMs+Cellex de becas para alumnos de bachillerato, especializado en ciencias y matemáticas.
Mediante la Fundación Privada, otorgó ayudas económicas a los principales centros científicos y de investigación biomédica del país. Entre los proyectos financiados, está el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), que, con 16 millones de euros en el 2010, se convirtió en la mayor donación privada hecha por un mecenas científico en España.
El empresario murió sin descendencia y el año 2023 el Departamento de Justicia abrió una investigación sobre Cellex para determinar si el patrimonio acumulado en vida por el empresario había ido a parar íntegramente a la fundación. Algunos cálculos estipulan en 400 millones de euros el legado de Mir, mientras que otros rebajan la herencia en 40 millones.