La plaza bursátil española demuestra una resiliencia destacable en una jornada de claroscuro para los mercados europeos. El Ibex-35 ha cerrado su sexta sesión consecutiva en verde, con un incremento del 0,11% que lo lleva hasta los 16.389 puntos. Este movimiento, aunque modesto en cifras, adquiere un carácter simbólico y técnico muy relevante, ya que consolida una tendencia alcista persistente y sitúa al índice en las proximidades de los máximos anuales, en un contexto general de incertidumbre.
El impulso definitivo ha llegado de la mano del gigante textil Inditex, que se ha revalorizado un sólido 2,16%, convirtiéndose en el motor indiscutible de la jornada. Su capacidad para arrastrar al conjunto del selectivo pone de manifiesto el peso específico que aún conservan los valores más líquidos y la confianza que desprenden las compañías con resultados y perspectivas sólidas, especialmente en el complicado entorno del comercio minorista mundial.
Los analistas de Renta 4 han centrado su atención este lunes en dos acontecimientos geopolíticos de primer orden con repercusiones directas sobre las economías globales. Por un lado, la reunión de los países de la OPEP+ este fin de semana ha terminado con una decisión trascendental: Arabia Saudí, Rusia y el resto de miembros han ratificado su estrategia de suspender nuevos incrementos en la producción de crudo durante el primer trimestre de 2026.
Esta decisión, que busca dar estabilidad a los precios en un contexto de demanda decreciente, ya ha tenido un efecto inmediato en los mercados de materias primas. El barril de Brent referencial sube un 1,03%, hasta los 63,02 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) avanza un 1,11%, hasta los 59,20 dólares. Este contexto beneficia claramente a los valores energéticos del selectivo, como se ve en el comportamiento de Repsol, que culmina la sesión con un alentador 1,44%
Por otro lado, el otro gran hito viene de los Estados Unidos. Las declaraciones del presidente Donald Trump, asegurando que "en breve" anunciará el sustituto del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, han despertado un intenso debate sobre el futuro de la política monetaria global. Powell completa su mandato en mayo de 2026, pero el posible nombramiento de una figura como Kevin Hassett, actual director del consejo económico de la Casa Blanca y conocido partidario de los recortes de tipos de interés, ha puesto en alerta a los mercados. No obstante, desde Barclays se muestra cierta calma. Sus expertos recuerdan que las decisiones de política monetaria en la Fed las toma el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de manera colegiada, de modo que un cambio en la presidencia no implica necesariamente un giro radical en la estrategia.
Consumo resiliente y tensiones internacionales
En el ámbito macroeconómico, los primeros datos de las ventas navideñas en Estados Unidos, con el Black Friday como punto de inicio, sugieren un consumo privado robusto. Según las cifras analizadas por Renta 4, las ventas crecieron un 4,1% el pasado viernes, superando el 3,4% del año anterior. Este crecimiento es especialmente significativo porque se produce bajo la sombra de la incertidumbre laboral y la guerra comercial. El desglose revela una saludable combinación: mientras el comercio electrónico avanzó un potente 10,4% (aunque por debajo del ritmo del año pasado), las ventas en tiendas físicas retornaron al crecimiento con un 1,7%, por encima del registro de 2018.
Otro frente de incertidumbre es el que se abre en América Latina. Los expertos destacan la "creciente tensión" entre Washington y Caracas, después de que Trump anunciara este sábado el cierre del espacio aéreo venezolano como medida para intensificar la lucha contra el narcotráfico. Esta escalada retórica y de acción mantiene en suspenso los mercados de activos de la región y puede tener efectos colaterales en las economías emergentes. Fuera del selectivo, pero con un alto impacto industrial, Airbus ha informado que ya ha realizado las modificaciones necesarias en la mayoría de los casi 6.000 aviones de la familia A320 potencialmente afectados por un problema técnico que podía afectar los controles de vuelo. La rapidez en la resolución de esta incidencia por parte del fabricante europeo tranquiliza al sector y evita una crisis de confianza más amplia.
A pesar del comportamiento positivo del índice español, la sesión ha dejado un panorama decepcionante en el resto de plazas europeas, que han cerrado generalizadamente en territorio negativo. La bolsa de Fráncfort ha sido la que peor desempeño ha tenido, con una caída del 1,04%, seguida por París (-0,32%), Milán (-0,22%) y Londres (-0,19%). Este contraste acentúa la singularidad de la jornada en Madrid y pone de relieve factores específicos del mercado español, como el buen comportamiento del sector financiero, con CaixaBank (+1,14%) y BBVA (+1,05%) entre los valores alcistas, y la fortaleza de las empresas con gran exposición internacional.
En el terreno estrictamente bursátil, la jornada ha dejado también perfiladas las principales bajas. **Los títulos más castigados han sido** Indra, que cede un 2,91% en una jornada de toma de beneficios tras recientes repuntes, y ACS, que retrocede un 2,57%. Los valores de la energía renovable también han sufrido, con Acciona Energía (-1,99%) y Solaria (-1,95%) entre los más débiles. En conjunto, la sesión dibuja un escenario de gran divergencia: mientras España resiste y se acerca a máximos, el conjunto de Europa flaquea. Esta dinámica sitúa al mercado español en una posición clave, donde su capacidad para sostener esta tendencia en solitario se pondrá a prueba en las próximas sesiones, con la sombra alargada de la geopolítica, las decisiones de la OPEP y las palabras de Trump planeando sobre los mercados
