El principal indicador de la bolsa española, el Ibex-35, ha comenzado la sesión de este martes con un sólido tono bajista, registrando una pérdida significativa del 1,49% en las primeras negociaciones. Este movimiento lo ha conducido a perder la cota psicológica de los 16.000 puntos, un umbral simbólico de importancia capital para el ánimo de los inversores, situándose provisionalmente en los 15.965,8 puntos hacia las 09:00 horas. Esta retracción se inscribe en un contexto paradójico, marcado por una aparente distensión en el frente geopolítico, pero envuelto por las incertidumbres que persisten en el escenario macroeconómico global.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha dado un paso sin precedentes al aprobar, con el apoyo de 13 votos a favor, dos abstenciones notables (Rusia y China) y ningún voto en contra, la Resolución 2803. Esta resolución recoge y hace suyo el plan de paz para la Franja de Gaza promovido por el presidente estadounidense, Donald Trump. La iniciativa contempla, entre sus puntos más relevantes, el despliegue de una fuerza internacional de paz con el mandato de garantizar la estabilidad en la región.
No obstante, la reacción de los mercados no ha sido eufórica. Los inversores interpretan que, a pesar del evidente desbloqueo diplomático, el camino hacia una paz duradera está plagado de obstáculos. Las abstenciones de dos potencias con peso como Rusia y China plantean interrogantes sobre la efectiva implementación del plan. Esta cautela se traduce en una venta moderada de activos de riesgo, ya que los traders evalúan las implicaciones a largo plazo y la verdadera capacitación para pacificar una zona tan conflictiva.
El contexto macroeconómico estatal
En el ámbito doméstico, el gobierno español se prepara para dar una noticia positiva en el Consejo de Ministros celebrado este mismo martes. Según las previsiones publicadas, el Ejecutivo revisará al alza su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) para el año 2025, pasando de un 2,7% a un más optimista 2,9%. Este ajuste refleja una mejor valoración de la resiliencia de la economía española ante los vientos en contra globales.
Esta sesión ministerial es especialmente relevante, ya que aprobará también el límite de gasto no financiero, conocido popularmente como techo de gasto, y los objetivos de estabilidad presupuestaria. Este marco constituye la espina dorsal sobre la que se construirán los futuros presupuestos generales del Estado (PGE) para 2026, marcando la dirección de la política fiscal en los próximos años. La mejora de las perspectivas de crecimiento ofrece un margen más amplio para la planificación, pero también genera expectativas que deberán ser gestionadas con cuidado.
Más allá de las fronteras españolas, los mercados financieros se muestran en estado de alerta ante dos acontecimientos de primer orden que marcarán el ritmo de la semana:
- Los resultados de Nvidia: El anuncio de resultados de la compañía tecnológica, previsto para este miércoles, ha trascendido la mera condición de informe corporativo. Según analistas de Banca March y otras entidades, se ha convertido en un verdadero acontecimiento con repercusiones macroeconómicas. Nvidia se ha erigido en el termómetro del trabajo del sector de la inteligencia artificial y los chips de alto rendimiento. Unos resultados sólidos podrían calmar las ansiedades sobre las elevadas valoraciones del sector tecnológico; unos resultados decepcionantes, en cambio, podrían desencadenar una ola de ventas que se propagaría por todos los mercados globales.
- El Informe de empleo de Estados Unidos: La publicación, finalmente, de los datos de empleo de septiembre de Estados Unidos, que verá la luz este jueves después de haber sido aplazada el pasado octubre debido al 'cierre' gubernamental, será clave para las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal. El mercado laboral norteamericano es uno de los indicadores más vigilados para anticipar los posibles movimientos de los tipos de interés.
En los primeros compases del día, el panorama dentro del selectivo ibérico era desigual:
- Subidas: Las alzas más notables las protagonizaban Solaria (1,06%), mostrando cierta resistencia en el sector renovable, y Redeia (0,2%), un valor defensivo habitual en momentos de volatilidad.
- Bajadas: En el lado negativo, destacaban con fuerza las fuertes caídas de Indra (-3,67%), compañía especialmente sensible a los cambios de ánimo del mercado, acompañada por Amadeus (2,89%) y Acciona (2,4%), esta última arrastrada por las presiones sobre el sector energético y las tecnológicas.
La negatividad no ha sido un fenómeno aislado de España. Las principales plazas europeas abrían la jornada con claras pérdidas, reflejando un sentimiento de riesgo generalizado: Milán cedía un 1,6%, París un 1,5%, Fráncfort un 1,3% y Londres un 1%. En el mercado de materias primas, el precio del barril de crudo Brent, referencia en Europa, experimentaba un retroceso del 0,5%, situándose en los 63,86 dólares, en un movimiento que refleja las expectativas de menor tensión geopolítica en Oriente Próximo. Paralelamente, la cotización del West Texas Intermediate (WTI), referencia en Estados Unidos, también bajaba un 0,6%, hasta los 59,52 dólares.
En el mercado de divisas, el euro se negociaba con cierta estabilidad respecto a los dólares, colocándose en 1,1604 dólares por euro. Por otro lado, el rendimiento de la deuda española a diez años, un termómetro de la confianza en la economía, bajaba hasta el 3,210%, en línea con la demanda de activos de refugio dentro de la zona euro. La sesión se inaugura con el Ibex-35 navegando en aguas complicadas. La paradoja de una mejora geopolítica que no logra enjugar las preocupaciones de los inversores, sumada a la espera prudente ante acontecimientos clave a escala global, define un escenario de cautela y espera vigilante. La pérdida de los 16.000 puntos actúa como señal de alerta, poniendo a prueba la fortaleza del mercado en un contexto de transición e incertidumbre.