El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, advierte de que las subidas de tipos de interés (siete desde julio y hasta mayo) no han acabado. "Nos queda parte del viaje, seguramente hemos llevado a cabo la mayor parte, pero aún queda", indicaba este miércoles en un encuentro financiero organizado por IESE. El BCE tiene como objetivo la estabilidad de precios y la inflación sigue siendo alta, recordaba.

En la zona euro alcanzó el pico en octubre del 2022 y desde entonces se ha ido reduciendo, pero la inflación subyacente continúa estando alta y tiene más resistencia a bajar. De Guindos cree que lo hará porque "estamos en desinflación" y además, tenemos una caída importante de los precios de la energía en comparación con el año pasado, pero recuerda que "siempre lleva retardo" y puede tardar en alcanzar el nivel deseado (del 2%) entre 12 y 24 meses.

Con la inflación alta y los tipos de interés al alza, la economía irá a la baja. "La situación no es sencilla, no olviden que vamos a tener un entorno de crecimiento reducido de entorno al 1% en la zona euro en comparación con el 3% del año 2022", destacaba. El vicepresidente del BCE descarta una recesión como proyectaron a finales del pasado todas las instituciones, pero advierte que el crecimiento económico "será moderado y tendrá impacto en empresas y familias".

Y todo esto, mientras la inflación subyacente muestra signos de dificultad para desacelerarse, "es más pegajoso". En lo que respecta a la banca, De Guindos comentaba que las subidas de tipos de interés están teniendo un efecto positivo en las entidades, el incremento del margen, y uno negativo, la caída de la demanda de crédito que se viene observando desde hace meses. "Hemos pasado de tipos negativos a positivos y se han endurecido las condiciones de financiación".

Pero el cambio de política monetaria del BCE no solo ha hecho que suban los tipos de interés, lo que, a priori, les está beneficiando. También hará que los bancos tengan que devolver los TLTRO y además, el banco central continuará reduciendo el balance y a partir de julio no va a reinvertir nada de lo que vaya venciendo, recordaba De Guindos este miércoles. "Estas son las circunstancias, por lo que mi mensaje sería de mucha prudencia".

El vicepresidente del BCE pedía prudencia a la banca también con la remuneración a sus accionistas. A su juicio, "el pago de dividendos no debe verse como señal de fuerza, al contrario", cree que es mejor tener fuerza de capital. Pese a ello, insistía en que la situación del sistema financiero europeo, a pesar de las turbulencias de Estados Unidos y Credit Suisse, es muy distinto y además, las entidades se han visto poco afectadas.

"Los bancos europeos tienen altos niveles de capital, liquidez… ". Silicon Valley Bank (SCB) el primer banco en quebrar y el que desató el caos financiero, "era un caso extremo, con un porcentaje de depósitos no cubiertos altísimos. Además, fracasó en la ampliación de capital y puso de manifiesto la falta de confianza en el modelo de negocio". En Europa, sin embargo, la banca es más retail y eso da estabilidad, pues el peso de los depósitos minoritarios (de clientes particulares) es muy elevado y estos están cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos.

Europa, por tanto, "no es equiparable a lo que ocurre con los bancos medianos de EEUU", concluía.