El Govern ha aprobado este jueves las cuentas públicas para este año, con un máximo de gasto de 41.025 millones de euros (incluyen 1.185 millones provenientes de los fondos europeos), un 44,48% de los cuales irán destinados a Salut y Educació. Estos dos departamentos son, en valores absolutos, los que más aumentan su dotación. Recibirá cada uno un 11% más de recursos que el año pasado, con 1.128 millones y 675 millones, respectivamente.

Estas aportaciones sitúan el gasto global de estas dos áreas en 11.423 millones para Salut y 6.825 millones para Educació. En ambos casos, las cuentas introducen mejoras estructurales como la incorporación, con carácter permanente, del personal de los dos ámbitos que se había contratado para hacer frente al impacto de la covid-19 y reducir la temporalidad en la administración. Se les dota, por lo tanto, de las partidas necesarias para absorber a 5.369 trabajadores contratados ahora con carácter temporal y se alcanzará un incremento de 6.886 nuevas plazas, que supone un aumento del 2,5%; situando la ampliación de personal en 12.255 personas (55,5% en educación y 35,1% en sanidad).

En el conjunto del presupuesto, sin los fondos europeos, el gasto que se ejecutará este año será de 39.839 millones y crece un 10,7%, el incremento anual más elevado desde el 2006, que se traduce en 3.842 millones de euros y que el Govern significa para su esfuerzo en materia social, económica y de lucha contra el cambio climático. Y, por otra parte, introducir mejoras en el modelo económico y productivo de Catalunya.

El gasto global de 41.025 millones aumenta en 2.885 millones, lo que supone un 7,6% más que en 2022. En términos absolutos, los recursos destinados a gasto social suponen el 73,2% del total, con una reducción respecto a 2021, cuando era el 74,6%. Este descenso, según la consellera de Economia, Natàlia Mas, se debe a los incrementos de la deuda de la Generalitat en un 22,6% y porque las cuentas también ponen el foco no solo en medidas para afrontar las emergencias sociales y económicas de la población, sino también en áreas que permitan proyectar el país de cara a futuro para acelerar, entre otros, la transición verde del país y avanzar hacia la consecución de una economía más diversificada y sostenible.

En esta línea, con respecto al resto de departamentos, destaca el salto en términos porcentuales que hacen Empresa i Treball, con un 28% más de gasto, hasta 1.348 millones, entre los cuales destacan los 680 millones que se lleva el Pacto Nacional para la Industria. Al mismo tiempo, a Igualtat i Feminismes o Cultura, con un 27% de aumento cada uno, les corresponden 115 y 474 millones, respectivamente. También Acció Climàtica crece un 19% (1.223 millones). También habrá un 11,4% más de dinero para Drets Socials (3.322 millones presupuestados), y un 11% para Acció Exterior (100 millones). [Ver gráfico]

Las cuentas reflejan también en el capítulo de los gastos los recursos europeos que ya han sido asignados a Catalunya a estas alturas, por un total de 1.185 millones de euros, y que tendrán un periodo de ejecución hasta el año 2026. Están repartidos entre 686,4 millones de los Fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y 499 millones de los fondos React. Los presupuestos del año pasado incorporaban 2.142 millones de fondos europeos asignados, aunque ahora mismo solo se han ejecutado un 50%.

Hay que advertir que las cuentas catalanas no tienen ninguna partida destinada a los macroproyectos que se han pactado con el PSC para poder sacar adelante los presupuestos anuales, es decir, mejoras en el aeropuerto de El Prat, la continuidad de la B-40 o el complejo de ocio de Hard Rock. Los dos primeros son proyectos que debe financiar el gobierno central y el Hard Rock es una inversión con capital privado. También se echa en falta una provisión para afrontar el pago de los 304 millones de euros que la Generalitat debe devolver a los propietarios de la antigua concesionaria de Aigües Ter-Llobregat (ATLL), la mayor privatización de un servicio público acometida por un gobierno catalán y que acabó liquidada seis años después de su adjudicación por una sentencia judicial. A este respecto, la consellera de Economia, Natàlia Mas, ha declarado que el ejecutivo catalán no espera que deba desembolsar esta partida este año y que, en caso de tener que hacerlo, puede recurrirse a los instrumentos financieros necesarios.

El capítulo de los ingresos destaca el crecimiento en un 15,2% de la generación de recursos no financieros, hasta los 31.408 millones, con un peso importante de la recaudación del IRPF y el IVA, que ha tenido una evolución positiva en el último año. Este aumento en los ingresos se explica por el modelo de financiación (tanto los anticipos como la liquidación de 2021, que aporta unos 1.980 millones), que aportará 25.236 millones en 2023, un 20,6% más.

Las cuentas no incorporan cambios fiscales substanciales. Los impuestos propios y cedidos que gestiona la Generalitat rozarán la cifra de los 5.000 millones de euros, este año, cifra superior al 6% respecto a 2022. Cabe decir que las cuentas anuales no reflejan ninguna partida relacionada con los nuevos tributos propios que quiere poner en marcha el Govern (impuesto turístico sobre las estancias en cruceros o una modificación en el impuesto sobre las emisiones de CO₂).

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Las inversiones en el umbral de los 2.800 millones

Este año, el segundo consecutivo en que el gobierno catalán ha podido aprobar unos presupuestos, ha intensificado el esfuerzo inversor en un 5,8%, que corresponde a 153 millones de euros que pondrán el umbral total de la inversión del sector público catalán en su conjunto en 2.794 millones de euros (sin los fondos europeos), cuando en 2022 habían sido de 2.641 millones. Eso, con respecto a los años precedentes 2020 y 2021 —bajo el estrago de la pandemia— supone un alza porcentual del 38,5% en 2023.

En este capítulo general, cobran importancia los proyectos en el área de Salut, con 602 millones de inversiones, en diez hospitales de la red sanitaria catalana. Pero también los más de 500 millones para la mejora de las infraestructuras viarias y ferroviarias. Y sobre otros 500 millones para educación, la sociedad de la información y el conocimiento y las telecomunicaciones.

Sindicatos y patronales, "satisfechos"

Tras la presentación realizada este jueves de los presupuestos de la Generalitat en el Parlament de Catalunya, por parte de la consellera Natàlia Mas, las patronales y los sindicatos han querido evidenciar el apoyo que dan a estas cuentas. Los agentes sociales se habían reunido previamente con el líder del PSC, Salvador Illa.

Pese al consenso que generan los números catalanes de este año entre patronales y sindicatos, algunos flecos serían buenos de mejorar, según expresaron sus máximos representantes. Desde las patronales, Josep Sánchez Llibre, por parte de Foment del Treball, y Antoni Cañeta, por Pimec, han insistido en que habría que modificar y mejorar la fiscalidad en el sentido de hacerla más competitiva respecto de otras comunidades autónomas y del entorno europeo.

Por su parte, Javier Pacheco (CCOO) y Camil Ros (UGT) han reivindicado el papel que ha jugado el diálogo social y que son buena muestra de equilibrio entre el impulso de medidas sociales y las inversiones para la economía.

Por último, la presidenta de la Mesa del Tercer Sector Social, Francina Alsina, ha celebrado unas "cuentas indispensables, expansivas en el ámbito social y que refuerzan políticas sociales en un momento difícil".