La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha subido una décima su previsión de inflación media para 2025, del 2,3% hasta el 2,4%, y tres décimas la de la tasa subyacente (sin energía ni alimentos frescos), hasta el 2,4%. Para 2026, prevé una tasa media anual del 1,8% en la general y del 1,9% en la subyacente.

Respecto a la tasa de inflación de diciembre de 2025, la sitúa en el 2,2% después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) haya confirmado este miércoles que la inflación se situó en abril en el 2,2%.

Las previsiones de Funcas parten de la hipótesis de que el precio del petróleo se situará buena parte del año en torno a los 65 dólares hasta el final del ejercicio y se elevará hasta los 70 dólares a lo largo de 2026, de forma progresiva.

En un escenario alternativo, en el que el crudo se elevara un 15%, la tasa media anual general sería del 2,7% este año y del 2,5% en 2026, mientras que, si dicha materia prima rebajase su precio un 15%, la tasa rondaría el 2,2% en 2025 y el 1,2% el año próximo.

El IPC aumentó en abril un 0,6%, subida inferior a la registrada el mismo mes del año anterior, lo que ha recortado la tasa interanual en una décima porcentual, hasta el 2,2%, según apunta Funcas en el comunicado difundido este miércoles. La tasa armonizada se mantuvo en el mismo nivel que el mes anterior, el 2,2%, la misma tasa que la media de la eurozona. La subyacente se elevó cuatro décimas hasta el 2,4%. El núcleo inflacionista –que recoge los precios de los bienes no energéticos y los servicios– aumentó seis décimas hasta el 2,8%.

Los precios de los alimentos elaborados se mantuvieron estables en abril, con lo que la tasa interanual descendió desde el 1% hasta el 0,7%. En este resultado ha influido la fuerte bajada del precio del aceite de oliva, que bajó un 5,5% en el mes, situando su tasa interanual en el -42,2%. El conjunto del resto de alimentos elaborados subió un 0,2%. Los bienes industriales no energéticos mantuvieron su tasa de inflación en el 0,5%, nivel en torno al cual se mantiene muy estable desde mediados del año pasado.

La principal sorpresa está en los servicios, cuya tasa interanual se elevó nueve décimas hasta el 3,9%, impulsada por los servicios relacionados con el turismo. Se esperaba un aumento de la tasa debido al diferente calendario de Semana Santa, que el año pasado fue en marzo, pero este efecto se intensificó por la magnitud de la subida de precios en los paquetes turísticos estatales y los vuelos –tanto estatales como internacionales–, que fue la mayor de toda la serie histórica en un mes de abril de Semana Santa.

Funcas destaca que las tasas de inflación permanecen en niveles muy elevados en casi todos los componentes del grupo de servicios. Así, de las 66 subclases del IPC que componen este grupo, la tasa de inflación se sitúa por encima del 4% en 20, y por encima del 3% en 33.

En cuanto a los componentes más volátiles, los alimentos no elaborados recortaron su tasa de inflación hasta el 6%. Cabe señalar que los precios dentro de este grupo, tras haber mantenido una notable estabilidad desde octubre de 2023 hasta septiembre de 2024 –gracias a la cual su tasa de inflación descendió hasta niveles de en torno al 1%–, a partir de dicho mes iniciaron una pendiente ascendente, intensificada por la normalización del IVA en enero, hasta situarse en las tasas del orden del 6% de los últimos meses.

Los productos energéticos redujeron su inflación desde el 2% hasta el -2,2%, gracias a la bajada de la electricidad, del gas y de los combustibles. En suma, todos los grandes componentes del IPC redujeron o mantuvieron estable su tasa de inflación en abril excepto los servicios, cuya tasa se disparó muy por encima de lo esperado, como consecuencia de un encarecimiento superior a lo habitual en un mes de abril de Semana Santa de los servicios relacionados con el turismo, según indica el informe de Funcas.