La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) considera que el diseño de los transportes en España se basa más en cálculos políticos que en necesidades económicas y defiende la necesidad de establecer peajes de pago por uso en las autovías. El director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, ha asegurado en una sesión sobre el transporte que si se hubiera hecho un estudio previo de eficiencia de la alta velocidad, la única que tendría sentido sería la línea Madrid-Barcelona. La alta velocidad, ha añadido, "es un lujo que difícilmente nos podemos permitir".

Ha apostado por el pago por uso de las carreteras, en la idea de que el que contamina paga, con peajes que reflejen los daños causados en las vías por los distintos tipos de vehículos, otros por congestión de las carreteras en momentos puntuales y otros por entrada a los grandes centros urbanos, al modo de Londres. "No se comprende la renuncia al pago por uso en las carreteras", que se recogía en el Plan de Recuperación y en el anteproyecto previo de la ley de movilidad sostenible (que decayó en la anterior legislatura).

Ha considerado que el proyecto de Ley de movilidad sostenible es "discutible" y "poco operativo" porque las decisiones de inversión en infraestructuras tendrían que basarse en un análisis coste-beneficio y no en la "lógica de los derechos". A su juicio, la política de infraestructuras tiene deficiencias, porque se asienta en un diseño institucional muy estanco y porque los proyectos se basan en cálculos políticos más que en un análisis certero de los costes y beneficios económicos y sociales.

Considera imprescindible una evaluación previa de los proyectos para que sólo se hagan aquellos que tengan un mínimo de rentabilidad económica y social. Por ello, proponen la reforma del aparato administrativo para que el ministerio de Transportes deje de estructurarse en direcciones generales modales (aeropuertos, ferrocarril, carretera), lo que genera políticas "inconexas" y no coherentes.

En este punto, señala que la red de alta velocidad ferroviaria duplica el servicio con la red de aeropuertos, con lo que "se cubre dos veces la misma necesidad", así que con un planificador conjunto la red sería más "coherente". En concreto, ha hablado de la línea de alta velocidad a Galicia que, pese a su elevada demanda en estos primeros meses, duda de que se mantenga en el tiempo como para justificar una inversión tan elevada.

Para resolver todos estos problemas, Fedea propone la creación de una agencia independiente del Gobierno que analice los proyectos de infraestructuras ex-ante, que figuran en el texto de la ley de movilidad, pero que no servirán para nada porque los harán los mismos que lo propusieron. En el caso de la red de autovías ha señalado que sería útil establecer concesiones de plazo variable para evitar errores de previsión de tráfico.