"Solo el año 2023 los no residentes de fuera de la Unión Europea compraron en España en torno a 27.000 viviendas y no lo hicieron para vivir allí ellos, sino para especular y ganar dinero". Bajo esta premisa, el Gobierno capitaneado por Pedro Sánchez se plantea introducir una normativa estricta a la hora de comprar una vivienda en España, en un intento para controlar la crisis de la vivienda en el país.
En concreto, la propuesta presentada por el PSOE señala que los ciudadanos extranjeros que no pertenezcan a la Unión Europea y se compren una vivienda en España tendrán que pagar en impuestos hasta el 100% del mismo importe de lo que les haya costado el inmueble. "Hemos decidido que limitaremos la compra de viviendas por parte de los extranjeros no residentes a la Unión Europea y lo que haremos será aumentar la carga impositiva que tendrán que pagar en el caso de compra de hasta el 100% del valor del inmueble", en palabras de Sánchez, que argumentó la semana pasada que esta medida será "indispensable" para bajar los precios y disminuir la presión en el ámbito de la vivienda.
Así, la nueva norma pretende crear un nuevo tributo complementario al impuesto de Transmisiones Patrimoniales para que afecte solo a los ciudadanos que residen fuera de la Unión Europea. La iniciativa tiene como referencia experiencias similares aplicadas a países como Dinamarca y el Canadá, donde el control de los precios de las residencias y las restricciones en el mercado inmobiliario han demostrado ser positivos si están acompañados de otras medidas. Sin embargo, el futuro de esta propuesta es incierto porque Pedro Sánchez gobierna en minoría.
Los economistas tildan el impuesto de "locura"
Ante esta medida y el alboroto generado, este miércoles el Consejo de Economistas de España (CGE) ha tildado el impuesto de "locura" y han apuntado que no descartan que, de ser aprobado, este gravamen acabe en los tribunales.
A modo de ejemplo, el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) ha indicado que una persona que viva en los Estados Unidos y quiera comprar un piso en Madrid de 600.000 euros, tendrá que abonar otros 600.000 euros por el nuevo impuesto. De esta cantidad se deducirá el 6% de ITP que se aplica en Madrid y que varía en función de cada comunidad autónoma, lo que supondrían 36.000 euros, pero el desembolso total del ciudadano de los Estados Unidos ascendería a 1,2 millones de euros. "Esta medida penalizará la inversión de los extranjeros no residentes en la Unión Europea", ha alertado al presidente de la REAF, Agustín Fernández.
Otras medidas anunciadas por Sánchez
Más allá de esta propuesta, algunas de las otras iniciativas anunciadas por Pedro Sánchez a principios de año y que llegaron la semana pasada al Congreso de los Diputados fueron la subida del IVA de los pisos turísticos al 21% y un incremento de la tributación por kas viviendas vacías. Todo eso remarcando que España solo tiene un 2,5% de vivienda pública, una cifra muy por debajo de países como Francia o los Países Bajos, que cuentan con un 14%, y un 34%, respectivamente, de viviendas de estas características.