El Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) ha publicado los indicadores de bienestar y progreso social de Catalunya y su evolución desde el 2010 hasta el 2024. La renta media neta anual de los hogares catalanes llega a los 41.959 euros, su mayor cantidad como, por otra parte, es lógico por la inflación.

Es una cifra 3.000 euros superiores que en el 2023, cuando era de 38.888 euros. Durante la crisis económica y en el año de la pandemia, esta cifra sufrió algunos retrocesos, pero desde el año 2021, cuando era de 34.982 euros, no ha parado de subir. Su valor más bajo fue el año 2014, con 30.407 euros.

Este incremento de renta correspondiente al año pasado permitió que los hogares dedicaran menos esfuerzo económico a los gastos de la vivienda principal el año pasado, cuando reculó cuatro puntos del 26,8% al 21,5% del total. Aumentaron, en cambio, los retrasos en los gastos de la vivienda, de un 12,2% a un 14,3%. La media de habitaciones por persona pasó de 1,9 en 1,8.

Ahora bien, los aumentos de renta media no están distribuidos de forma que reduzcan el riesgo de pobreza de forma considerable. La tasa de población en riesgo de pobreza o exclusión social ha disminuido sensiblemente del 24,4 al 24%, pero la cifra aumenta entre los menores de 18 años, con un porcentaje de personas en riesgo que ha pasado del 32,5 a 34,7%.

La tasa de riesgo de pobreza en el trabajo ha pasado del 10,4% al 10% mientras que la intensidad del riesgo de pobreza ha bajado del 29,2% al 27,3%.

La privación material severa ha pasado del 8,9% al 8,6%.

La tasa de paro cayó un punto del 9,3% al 8,9%, pero entre los jóvenes subió 4 puntos, del 22,4% al 26,2%.