El Consejo de Trabajo, Económico y Social de Catalunya (CTESC) aboga para establecer incentivos fiscales a la movilidad ocupacional para que las empresas intensifiquen las medidas para contribuir a la sostenibilidad y reclama que estas sean motivo de debate y consenso en el sí de la negociación colectiva. El consejo determina que la administración tiene que dar apoyo a las empresas y los trabajadores para invertir en planos de desplazamiento que dibujen un nuevo modelo de movilidad para responder al cambio climático.

En este sentido, la propuesta del órgano consultivo de la Generalitat plantea la incorporación de incentivos económicos o en especie en los planes de desplazamiento para promover el cambio modal. Entre otros sugiere establecer deducciones del impuesto de actividades económicas (IAE) u otros impuestos en función de las medidas específicas que adopten las empresas; subvencionar las empresas o personas trabajadoras para la compra de bicicletas o patinetes, para disponer de un bus de empresa o el bus-oficina en los desplazamientos largos, con varias estaciones de trabajo en el transporte colectivo corporativo; a la vez que promover el uso de servicios de movilidad a demanda, si procede, con cupones de billetes a precio reducido, gratuidad de los primeros viajes, bonificación para la compra de determinado número de trayectos, etc.

Estas propuestas, más en el ámbito de la estructura interna de las empresas, tendrían que ir acompañadas con otras acciones en el transporte público. Así, el CTESC apostaría por potenciar los abonos mensuales o trimestrales que favorecen el uso continuado del transporte público, o una especie de tarifa plana. Facilitar la conversión del plus de transporte a títulos de transporte público a petición de las personas trabajadoras, sería otra de las opciones. En general, haría falta trabajar más intensamente desde las administraciones en medidas para hacer más competitivo el transporte público, especialmente con respecto al tiempo de viaje y los horarios de varios modos de transporte, una situación en que se encuentran especialmente los desplazamientos intermunicipales que no tienen su origen ni destino en Barcelona. En la vertiente fiscal, quieren que el coste del transporte público obtenga una desgravación en el IRPF de la persona trabajadora.

Foment del teletrabajo, una práctica arrinconada

Es una obviedad que la organización del trabajo tiene un impacto muy importante en la movilidad ocupacional, por lo tanto, el CTESC evidencia que el protagonismo que tuvo el teletrabajo durante la crisis de la Covid-19 está disminuyendo de manera sensible, cuando se trata de una medida que en determinados casos, y con la negociación colectiva, ha permitido reducir los desplazamientos por motivos laborales. A pesar de eso, recomienda que cuando las características del sector y del puesto de trabajo lo permitan, fomentar el teletrabajo, para reducir los desplazamientos diarios vinculados al trabajo, facilitar la conciliación de la vida profesional, familiar y personal y retener talento joven, tal como sucede a otros países de nuestro entorno.

Los expertos del CTESC -órgano que agrupa a la administración, los sindicatos y las organizaciones empresariales y representantes de sectores económicos diversos- apuntan también, como medidas colaterales para favorecer la movilidad sostenible, en la apuesta para flexibilizar los horarios de trabajo cuando sea posible, especialmente la entrada y salida del centro de trabajo, para evitar que coincidan con las horas punta y distribuir la movilidad a lo largo del tiempo cuando haya episodios de contaminación, especialmente en las zonas urbanas densamente pobladas. Así como impulsar iniciativas para distribuir las horas de trabajo semanal, las vacaciones y los permisos de una manera diferente.