Varios sectores, especialmente del ámbito económico, pero también social, llevan más de un año reivindicando la ampliación del Aeropuerto de El Prat de Barcelona. Uno de los principales abanderados ha sido la patronal Foment del Treball, pero, en un comunicado muy contundente por parte del Col·legi d'Economistes de Catalunya (CEC), han sumado presión a las puertas de una nueva legislatura española que todavía no se ha resuelto por ningún lado, a expensas de las negociaciones que el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, pueda acabar cerrando con Junts.

De esta manera, el Col·legi considera la ampliación del aeropuerto de Barcelona "un proyecto estratégico y necesario para Catalunya, de lo que no se puede posponer más su decisión final". Por este motivo, durante el acto 'El reto de la ampliación del aeropuerto desde una perspectiva económica', celebrado este lunes en el auditorio del CEC, el Decano Carlos Puig de Travy ha pedido a la Generalitat de Catalunya, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, al Ayuntamiento de Barcelona y otras administraciones públicas implicadas "a formar una mesa de trabajo urgente para no diferir más este tema clave para la economía del país y decidir qué proyecto es el más adecuado". Una mesa que, ahora, con el alcalde socialista de Barcelona, Jaume Collboni, al frente del Ayuntamiento puede buscar mayores consensos entre administraciones que los vigentes hasta las últimas municipales con la exalcaldesa Ada Colau.

Consenso administrativo

En este sentido, Puig de Travy les ha ofrecido "la necesaria y leal colaboración del Colegio de Economistas de Catalunya para evaluar y afrontar el reto de poner al día esta puerta de conexión con el exterior". El Col·legi se afianza como un mediador válido por sacar adelante la ampliación. Entre otros aspectos se ha destacado que cualquier ampliación de la infraestructura, más allá de las afectaciones técnicas y ambientales, tiene que estar vinculada a una estrategia clara y creíble de gestión inteligente de la nueva capacidad, y con mecanismos de control por parte del territorio.

Durante el acto, el economista Ignasi Ragàs, especialista en desarrollo urbano y transporte, ha recalcado la fuerte estacionalidad del aeropuerto de Barcelona, como la mayoría de aeropuertos con importantes flujos turísticos, y ha señalado que "todavía tiene margen de crecimiento en la temporada baja".
Por su parte, Javier Asensio, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha apuntado que "la saturación del aeropuerto de Barcelona está generada por vuelos continentales", una situación que "podría mitigarse con una especialización por tipo de tráfico de los aeropuertos de Barcelona, Girona y Reus", lo que implicaría una gestión comercial diferenciada de cada uno de ellos.

Impacto económico en cifras

Actualmente, el aeropuerto aporta a la economía del país cerca de 7.000 millones de euros en el PIB y 73.000 personas ocupadas, en conjunto un 2,9% del PIB de Catalunya, sin incluir el impacto turístico y los efectos catalizadores complementarios. Si tenemos en cuenta todos estos factores supone que un 7% del PIB catalán (16.400 millones de euros en el PIB y 218.000 personas ocupadas) directa e indirectamente se debe a la actividad del aeropuerto.