Los técnicos del Ministerio de Hacienda han contabilizado que el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas (ITSGF), aprobado a finales de 2022 (afecta a los patrimonios superiores a los 3,7 millones), aportó 664,3 millones de euros en las arcas públicas catalanas en el 2023, según el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).

Se trata de la comunidad autónoma de régimen común que más cuota ingresó. También fue la región del Estado español que más declarantes de este tributo concentró, con 90.790, los cuales disponían de una media de patrimonio de 2.860.178 euros. Sin embargo, a la Comunidad de Madrid se registró la media más elevada, con 11,17 millones de 24.533 declarantes y la recaudación fue de 613,7 millones.

Al conjunto del Estado, este gravamen se tradujo en 1.970,7 millones de euros en el 2023, un 57,7% más con respecto al 2022. Un incremento que Gestha explica, por una parte, por|para "el aumento del 8% de las bases declaradas a causa de la concentración de la riqueza en manos de las mayores fortunas". Y, por|para la otra, el aval de la constitucionalidad del impuesto, que "revirtió parcialmente" las bonificaciones fijadas por varias comunidades autónomas.

En este sentido, la entidad ha remarcado la reversión de "la histórica bonificación madrileña", que ha situado la recaudación a 614 millones de euros. También ha subrayado el caso de Andalucía, que sumó 94,5 millones de euros.

Para Gestha, estos datos ponen de manifiesto que el impuesto a las grandes fortunas "ha cumplido su objetivo", obtener, primero, más ingresos de forma solidaria por|para los que más tienen, cosa que implica que ahora pagan las grandes fortunas que no pagaban, encabezadas por la Comunidad de Madrid; y, en segundo lugar, se refuerza la armonización fiscal del impuesto de Patrimonio.