La ministra de Hacienda de España, María Jesús Montero, y el de Brasil, Fernando Haddad, han propuesto este martes en la Conferencia Internacional para el Desarrollo de la ONU que se celebra en Sevilla una propuesta de impuesto mundial a los superricos, que espera contar con el apoyo de más países. Busca "fomentar un debate multilateral sobre una mayor fiscalidad efectiva de los grandes patrimonios que garantice la cohesión social en cada país" y pretende profundizar en el Consenso de Sevilla, ratificado por 192 países.
En el plazo de tres meses, y con los países y foros que se sumen, se han marcado como plazo elaborar un plan de trabajo para impulsar la iniciativa, con reuniones al menos de una vez al año entre los países y foros que decidan unirse.
Bajo el título de "Imposición efectiva de impuestos a personas con altos patrimonios. Impuestos a los superricos", la propuesta no cuenta aún con cifras concretas sobre qué tipo de impuesto aplicar ni a partir de cuánta fortuna acumulada, pero "pretende impulsar un debate internacional para garantizar la progresividad y la eficiencia en todos los sistemas fiscales con el objetivo de reducir la desigualdad social en el mundo".
El secretario de estado de Hacienda, Jesús Gascón, y el ministro consejero de la Misión Permanente de Brasil ante la ONU, José Scandiucci, deben presentar este martes ante el resto de países esta propuesta que por ahora no cuenta con detalles económicos. La iniciativa recuerda que "actualmente el 1% más rico del mundo posee más riqueza que el 95% de la humanidad". Los líderes del G20 ya acordaron recientemente una propuesta histórica para implementar una agenda tributaria para las personas de alto patrimonio.
En el comunicado, España y Brasil sostienen que si no se toman medidas, "la desigualdad extrema seguirá aumentando, socavando el crecimiento, la sostenibilidad y la confianza pública en la democracia”. Según ambos países, la baja contribución de las personas más adineradas es una de las causas de esta creciente desigualdad.
Por ello, la propuesta pretende "incentivar y orientar a diferentes países a sumarse a la iniciativa y abordar las deficiencias políticas, administrativas y de datos, y garantizar que las personas con un alto patrimonio tributen de forma más eficiente conforme a su riqueza". Y trasladar a foros internacionales experiencias en curso sobre la tributación de grandes fortunas que puedan estandarizarse de manera internacional.
"Uno de los objetivos de esta iniciativa es recabar datos para poder abordar este problema con la máxima precisión", dice el comunicado del ministerio de Hacienda, que pretende "identificar la concentración de la riqueza en diferentes países" y encargar investigaciones para ver cómo funcionan en cada uno de ellos las políticas tributarias a los más ricos. "Esta iniciativa está abierta también a la sociedad civil y a instituciones y organismos internacionales, ya que una de sus claves es fortalecer el multilateralismo y la cooperación internacional", añaden.