El año pasado, las empresas pagaron a Hacienda 32.176 millones de euros por el impuesto sobre sociedades, un 20,8% superior a su aportación de 2021, lo que le convierte en el impuesto que más crece entre los grandes. Tan solo el impuesto sobre el alcohol registró un incremento superior, el 26,4% el año pasado, aunque se trata de un tributo minoritario que recauda 1.270 millones al año, según los datos de la Ejecución Presupuestaria del pasado año hechos públicos este jueves. Los ingresos del IRPF, el tributo que más recauda (109.485 millones de euros el pasado año), aumentaron un 15,8% y el IVA (82.595 millones de euros) un 13,9%. No obstante, el crecimiento de la recaudación por el principal tributo que abonan las empresas -equivalente al IRPF de las personas físicas- está lejos del incremento de un 91% de los beneficios del conjunto de tejido empresarial, según la Central de Balances del Banco de España. El impuesto sobre sociedades se aplica sobre los beneficios: a más beneficios, más recaudación. En conjunto, el Estado ingresó 255.463 millones de euros el pasado año, un 14,4% más que el anterior.

La fuerte subida en la recaudación de esta figura impositiva en 2022 está, sin embargo, lejos del incremento del 68% del año anterior, cuando las empresas aportaron 26.226 millones. Sin embargo, la comparación de 2021 con 2020 está viciada, pues en el año del confinamiento y de las medidas restrictivas se desplomaron los beneficios y, por tanto, el pago por el impuesto sobre sociedades. En 2020 tan solo se recaudaron 15.857 millones de euros (un 33% menos que en 2019) y hay que remontarse a 1999 para encontrar unos ingresos tan bajos. Por tanto, en 2021 y 2022 se ha producido una cierta normalización en las bases tributarias de este tributo. Aunque, ya en 2021 se superaron con creces los 23.732 millones de euros recaudados por el impuesto sobre sociedades.

Además de la recuperación del descenso de 2020, hay un segundo efecto que explica los fuertes aumentos en los beneficios de las empresas y, en consecuencia, su tributación: la inflación. Se debe tener en cuenta que el dinero ha perdido valor con el IPC y, aunque se gane más dinero en conjunto, el poder adquisitivo ha disminuido. Un fenómeno que afecta a las familias, pero también a las empresas. Y cabe recordar que la inflación media en 2021 fue del 3,1% en el pasado año del 8,4%.

Las grande empresas, a pesar de que el 99% de las empresas son pymes, aportan el 84,4% de la recaudación por el impuesto sobre sociedades y las pymes el otro 13,4% (en los datos de Ejecución de Hacienda, el 2,2% restante se atribuye al resto de empresas). En el caso de la gran empresa, el 31% los aportan las grandes empresas que no están en un grupo y el 53,4% proviene de grupos empresariales.

El mayor crecimiento de los ingresos de IRPF

Pero si bien es cierto que el principal impuestos de las empresas ha tenido un crecimiento mayor, el IPPF ha batido un récord histórico pues no ha registrado un incremento del 15,8% en los 27 años en los que Hacienda aporta datos. Lo más cerca fue una subida del 15,6% en 2007. Además, se debe tener en cuenta que en el impuesto de la Renta, la inflación ha pesado mucho menos que en el de Sociedades, pues si las empresas han tenido más margen para subir los precios y compensar así las subidas de coste y recuperación de márgenes, los trabajadores no ha podido compensar la inflación del 8,4% porque sus empresas no han subido los salarios en esa proporción. Según las distintas estadísticas, las nóminas aumentaron entre un 3% y un 4%.

Por tanto, el aumento de la recaudación del IRPF se explica por el aumento de las personas ocupadas que según los datos de afiliación de la Seguridad Social terminaron en 20,24 millones, frente a los 19,8 millones de diciembre de 2021. Hacienda resalta que entre enero y febrero de este año la afiliación ha sumado 210.000 trabajadores. Lo que explica que los ingresos brutos obtenidos por Hacienda en esos dos meses hayan crecido en 3.270 millones de euros, un 6,3%. Sin embargo, el comportamiento del impuesto sobre sociedades en los dos primeros meses del año ha sido negativo, pues se han recaudado 1.270 millones de ingresos netos, un 6,1% menos que en el mismo periodo de 2022. Habrá que estar, pues, muy atento a ver la evolución de los ingresos del principal tributo de las empresas.

Déficit fiscal de las comunidades autónomas

Respecto al cierre presupuestario de las comunidades autónomas, las 17 sumaron un déficit fiscal conjunto de 15.085 millones de euros equivalente al 1,14% del producto interior bruto (PIB). En déficit del conjunto de las administraciones cerró el pasado año en el 4,8%. En términos absolutos, la Comunidad Valenciana (3.847 millones de euros) está en cabeza con un 3,11% del déficit en proporción a su PIB, seguido de la Región de Murcia (1.032 millones), un 2,91% sobre su PIB, ambas con una infrafinanciación reconocida por el Gobierno de España. En tercer lugar se coloca Castilla la Mancha (893 millones de euros), con un déficit del 1,92% sobre su PIB y Catalunya (3.816 millones de euros) y un déficit del 1,51% sobre el PIB del territorio. Solo dos territorios han terminado el año con superávit presupuestario: Baleares, 36 millones de euros y un 0,11% de su PIB, y Navarra, 345 millones y un 1,54%.