El Banco de España (BdE) cada vez es más un centro de estudios y análisis que un regulador, dado que el sector bancario se gobierna desde Fráncfort, donde está la sede del Banco Central Europeo. Los informes del BdE tienen valor tanto por los temas en los que se fijan como por la profundidad con la que lo hacen, y son también sintomáticos del momento que vive la sociedad española.

Ahora, la institución que preside el exministro José Luis Escrivá ha decidido reorientar sus prioridades analíticas para los próximos cinco años y pondrá el foco, entre otros, en asuntos como la vivienda, la productividad, la demografía y la inmigración, en un reflejo de los grandes retos y carencias de España.

El Consejo de Gobierno del Banco de España aprobó a principios de mes la redefinición de su marco de prioridades analíticas para el período 2025-2030, después de que haya finalizado la vigencia de las prioridades fijadas entre 2020 y 2024, según ha comunicado este lunes.

La actividad de investigación del BdE se basará en cuatro ejes: pilares de la banca central, resiliencia europea en un mundo en transición, tendencias globales y retos de la economía española. En este último grupo, enumera seis: productividad e innovación; demografía e inmigración; mercado de la vivienda; sostenibilidad y política fiscal; mercado laboral, y pequeñas y medianas empresas y titulaciones.

En tendencias globales también lanza algunas advertencias sobre los problemas de la sociedad, ya que analizará la calidad institucional, el envejecimiento y la salud y la transformación digital. En resiliencia europea tocará también temas clave para el futuro del continente, como la integración de mercados, la política industrial, la geopolítica, la transición ecológica y la inteligencia artificial (IA).

En cuanto a los pilares de la banca central, además de la política monetaria y la regulación y supervisión, se fijará en la política macroprudencial, los sistemas de pagos y el euro digital.

Este plan para los cinco años venideros presenta muchas novedades respecto al anterior, que como se hizo en 2020, tiene la pandemia y la pospandemia como uno de sus grandes ejes, y el reparto, uso y efecto de los fondos europeos Next Generation como otro. No mencionaba ni la vivienda ni la inmigración, pero sí ya la productividad.

“Para abordar estas áreas temáticas se utilizarán enfoques analíticos que pongan el acento en la modelización y la comunicación de la incertidumbre, el uso de datos granulares, la heterogeneidad en todos los ámbitos de análisis, los avances tecnológicos recientes —como la inteligencia artificial— y la multidisciplinariedad”, ha informado el Banco de España en una nota de prensa.

Las prioridades de investigación anunciadas este lunes “permitirán mejorar la capacidad de diagnóstico del Banco de España y el proceso de toma de decisiones, así como su influencia en los principales debates económicos nacionales e internacionales”, ha añadido el organismo que lidera José Luis Escrivá, que revisará y actualizará las prioridades anualmente.